¿La calma fue un espejismo?

Ayer, de nuevo, hubo manifestación en Valencia. Y en principio, todo pareció ir tranquilamente. Una multitudinaria manifestación recorrió el centro de Valencia, desde el instituto Lluís Vives hasta la delegación de Gobierno. El objetivo, de nuevo, exigir la dimisión de la delegada del Gobierno, Paula Sánchez de León, y del jefe de la policía en Valencia, Antonio Moreno, al que muchos ya apodan el Sheriff (él también fue responsable de las cargas policiales en El Cabanyal y en Les Corts). Más tarde, un grupo de manifestantes se trasladó a la sede del PP en Valencia, donde continuó la protesta.
Sin embargo, no todo ha sido tranquilidad. Hacia las once de la noche, tres jóvenes que volvían a casa tras las protestas cuando tres furgones de la policía los pararon y los agentes bajaron y les agredieron, además de robarles el móvil. Ocurrió a la altura del número 38 de la gran vía Fernando el Católico, en dirección a Nuevo Centro. Al menos, así lo cuenta Luis Carvajal, uno de los agredidos. Diversos testigos de la agresión pudieron fotografiar las matrículas de los furgones, con lo que podrían ser identificadas. A través de su cuenta en Twitter, el asesor municipal de Compromís, Giuseppe Grezzi, ha denunciado estos hechos. También se comenta que en otro punto de la gran vía dos jóvenes fueron acorralados por diez agentes que también los agredieron y les robaron los móviles.
Por otro lado, desde el instituto Lluís Vives han denunciado amenazas contra la gente del instituto por aprte del partido ultraderechista España 2000. Hay que recordar que Antonio Moreno nunca ha ocultado su afinidad con José Luis Roberto, uno de los responsables del partido ultraderechista antes citado, así como presidente de Levantina de Seguridad, empresa de seguridad que, tras los altercados del pasado lunes, afirma que recibió una nota del propio Antonio Moreno agradeciéndole su ayuda a la policía en algunas detenciones.
¿Será que la calma sólo ha sido un espejismo?

(Uno de los agredidos perdió una zapatilla.)

(Cada vez más gente pide la dimisión de Paula Sánchez de León)