No sólo de lotería vive el afortunado Carlos Fabra

Ya sabemos todos lo afortunado que es el señor Carlos Fabra (expresidente de la Diputación de Castellón, y actual presidente del PP de Castellón y de Aerocas, la sociedad pública que gestiona el aeropuerto sin aviones de Castellón). Prácticamente cada año le toca la lotería. Pero no sólo en la lotería reside su buena estrella.
Según los peritos de Hacienda, entre los años 1995, año en que Fabra accedió a la presidencia de la Diputación castellonense, y 2004, año en que terminaron estos peritos la investigación, el propio Carlos Fabra y la que entonces era su mujer lograron 33 créditos por un valor total de cinco millones. Los créditos se firmaron con entidades tales como Bancaja, CAM, BBVA, Caixa Catalunya, Cajamadrid, Ruralcaja, La Caixa, BSCH, IberCaja y Banco de Valencia. La mayoría de estos créditos se concedieron a Carlos Fabra y a María Amparo Fernández, que entonces era su mujer. En algunos casos también participaron los hijos. Las cantidades solían superar los 100.000 euros, y en algunas ocasiones, los 500.000 o 600.000 euros.
Para hacer frente a estos créditos, el matrimonio Fabra tenía unos ingresos brutos de 10.000 euros. Según los peritos, la mayoría de ingresos que Fabra hacía en los bancos se hacían con billetes de 100, 200 y 500 euros.
Además de esto, el 22 de diciembre de 2009 Carlos Fabra firmó una ampliación de hipoteca por 100.000 euros a favor de Bancaja. Esta ampliación vencería en 2045, cuando Fabra contara con 98 años. El préstamo original se solicitó en 2002 para adquirir un piso en la plaza Las Salesas, de Madrid. Según Bancaja, sin embargo, Fabra ya ha saldado de forma anticipada la ampliación de la hipoteca, por lo que la operación "no está viva".
Según la Unión de Consumidores de España (UCE), acusación particular en el caso Fabra, estos movimientos indican que Fabra utilizaba sus préstamos para blanquear dinero. Aún así, Fabra ha sido incapaz de pagar los 4,2 millones de fianza y el juez inició, el pasado 6 de febrero, el proceso para embargar sus bienes y cubrir la fianza.


Por otro lado, ayer se supo que un error de cálculo en la construcción del aeropuerto de Castellón hace que sea inservible una parte de él. Concretamente, el fallo se encuentra en la plataforma donde los aviones deberían girar y que no cumple las normas de seguridad. Fabra ya conocía este defecto en 2006 y asegura que avisó a la empresa constructora, aunque ésta no le hizo caso y llevó a cabo la construcción deprisa y corriendo. Ahora, esa plataforma debe ser demolida y construida de nuevo, si quieren utilizar el aeropuerto para algo más que para que pasee la gente. La intención es que la nueva obra se sufrague con los cuatro millones de aval que depositó la concesionaria cuando le fue adjudicada la obra, pero el problema es que ese aval vence el 30 de marzo.


A partir de aquí, que cada uno saque sus propias conclusiones.

(Francisco Camps, aplaudiendo, y Carlos Fabra, saludando brazos en alto, el día de la inauguración del aeropuerto de Castellón.)