miércoles, 8 de diciembre de 2010

Solidaridad animal


Ocurrió hace un par de semanas en el Bioparc de Valencia. Una cebra caía al suelo fulminada prácticamente al instante. Fue entonces cuando un antílope eland se acercó al cadáver y empezó a dar vueltas a su alrededor. Después intentaba reanimar a la cebra y levantarla metiendo sus cuernos debajo del cuerpo del animal fallecido. Al final tuvo que desistir. Un triste espectáculo que me recordó a otros precedentes.


Anteriormente: Los animales sienten.

2 comentarios:

Small Blue Thing dijo...

E incluso entre carnívoros y herbívoros, en libertad. Es alucinante.

Por cierto, que descubro ahora tu Cuaderno de Rodaje.

Kurtz dijo...

Has hecho un buen descubrimiento, jejejeje, aunque de momento sigue siendo Cuaderno de Prerrodaje (ains, qué difícil es producir una película sin medios).