La última humillación

Telecinco se ha fusionado con (mejor dicho, ha comprado a) Cuatro. El grupo Prisa parece desnortado desde el fallecimiento de Jesús de Polanco. Lo último, esa "fusión" a contra natura entre las dos cadenas antes nombradas. Y esa "fusión" se ha notado enseguida. Telecinco (una cadena que ha hecho buena la programación de su competidor más directo, Antena 3) no ha dudado en vapulear cualquier mínimo atisbo de dignidad que quedaba en Cuatro. Tras un baile de presentadores entre las dos cadenas, en el que Cuatro ha salido perdiendo, Telecinco inició el proceso de desmantelamiento final, la última humillación.
En los tiempos que corren, ya nadie quiere información, sino telebasura. Es una lástima. Los Gobiernos nos manipulan como quieren para que paguemos sus excesos y errores. La crisis es una excusa para desmantelar el Estado de Derecho y Bienestar. Pero a la gente no le importa mientras tenga su ración de Belén Esteban y Gran Hermano. Esto lo ha captado muy bien Telecinco.
CNN+ cerró. Lo sustituye un canal que emitirá las 24 horas del día el programa Gran Hermano. Nos deja un gran canal de información y debate. Viene otro canal de entretenimiento basura y estulticia creadora de zombies. Y mientras un italiano sonríe en su despacho al ver cómo los españoles nos tragamos su basura a dos carrillos, en mi aparato de TDT muere otro canal. Ya me quedan menos.