Hace un mes, el presidente de la Cámara de Comercio de Valencia, José Vicente Morata, contrataba como asesor personal a Luis Fernando Cartagena. Este hombre fue conseller de Obras Públicas durante el mandato de Zaplana. Al final, Cartagena acabó dimitiendo debido a los casos de corrupción que le acechaban. Por alguno de esos casos sería condenado. Otros aún colean.
En cuanto al nombramiento de Cartagena, es destacable que la secretaria general de la Cámara de Valencia es Ana Encabo, esposa de Cartagena. Fue elegida por el pleno en mayo de 2007, pero no a entera satisfacción del entonces presidente, Arturo Virosque. Encabo venía de largos años en distintas responsabilidades en la Generalitat, entre ellas la de secretaria autonómica de Empleo, pero su principal padrino fue Morata, quien convenció a Virosque de que aceptara su nombramiento en atención a que él era ya por entonces su delfín y quería contar con Encabo para cuando fuera presidente.
Morata asegura que conoció a Cartagena en 1999. Un año antes había dimitido del Consell por los escándalos que le afectaban. Cartagena, médico de profesión, encontró acomodo en la Mutua Valenciana Levante, la actual Umivale, que preside Morata. La mutua es una entidad donde tiene mucho predicamento, como principal cliente que es su empresa, el propietario de Mercadona, Juan Roig.
La estrecha amistad que forjaron Morata y Cartagena en aquellos primeros tiempos en la mutua (Cartagena tuvo que dimitir en noviembre de 2006, pocos meses antes de que su mujer entrara en la Cámara, acosado por el caso de la apropiación indebida por el que finalmente sería condenado) tuvo su primera exposición pública con motivo de las elecciones que en abril de 2005 llevaron a la presidencia de la patronal CEV a José Vicente González.
El entonces líder de la patronal del metal había pactado con el presidente de la organización provincial, Rafael Ferrando, que éste continuara hasta la renovación dos años después en Cierval, donde continuaría para dejar vía libre a González en la CEV. Pero el deseo de la sustitución ya de Ferrando era un clamor y, en vista de la indecisión de González, un grupo de empresarios en torno a la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), que siempre ha liderado en la sombra Juan Roig, decidió lanzar la candidatura de Morata, que era un empresario del sector de la carpintería. Fue en ese momento cuando González dio un paso al frente y, como tenía el apoyo mayoritario de la organización, se llegó al conocido pacto de que él ocuparía la presidencia de la CEV y Morata, la de Cepymev, con el compromiso final de ser el sucesor de Virosque, de quien se suponía que dejaría el cargo en 2006. Cartagena fue el estratega de aquella partida. En la cumbre empresarial de Peñíscola de 2005, él se dedicó a ir por los pasillo constantemente haciendo campaña por su causa
Cinco años más tarde, con Morata en la presidencia de la Cámara, Cartagena vuelve como cerebro en la sombra.
Está claro, lo único que se necesita para triunfar políticamente en Valencia es ser amigo de empresarios y ser corrupto, valga la redundancia.
martes, 21 de diciembre de 2010
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4 comentarios:
He visto casos peores, este señor estuvo condenado por un caso que para mi no quedo muy claro.
Tengo una pregunta ¿ De donde saco el dinero la excelentisima Madre Superiora de aquel hospital?
Oficialmente estaba subvencionado al 100% por el ayuntamiento, y por aquella ciudad se han contado casos en los que los enfermos eran obligados a pagar .... Me parece indignante que la iglesia permita esas cosas, pero que se puede pedir... aqui nadie esta libre de pecado....
Mi conclusion, ese caso en concreto es una farsa, si no es dinero publico, no hay corrupcion.
Y por si no se sabia, la madre superiora no fue a declarar, supuestamente no se encontraba bien..... Sin palabras
Me llama la atención esos que justifican a los ladrones diciendo que hay "cosas peores".
Y eso de "si no es dinero público, no hay corrupción" es verdad. Se llama robo, y perpetrado por un, entonces, cargo público.
Si algo queda claro con el caso del "ladrón" (hay sentencia firme, por lo tanto no es presunto)Luis Fernando Cartagena es que, en Valencia, la corrupción se recompensa para vergüenza de los ciudadanos. Si no cómo se explica que a un estafador lo recompensen en Muvale y ahora en la Cámara de Comercio. ¡¡Qué vergüenza sr. Morata!!!!
No hay más que ver los últimos resultados electorales en la Comunidad Valenciana para darse cuenta de hasta que punto se premia la corrupción.
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