Los Manolos: descerebrados entre descerebrados

Siempre he considerado el fútbol como un deporte de descerebrados. Para chutar un balón no se necesita mucho. Tampoco se necesita mucho cerebro para ser seguidor de este deporte. Sólo hay que saber gritar más que los otros aficionados, si es posible con insultos más gordos dirigidos a los "contrarios" y al árbitro.
Tampoco me gustan los periodistas deportivos (pseudoperiodistas). Sobre todo en este país que tan madridistas son todos. Especialmente me caen mal los pseudoperiodistas deportivos de la cadena Cuatro, que han logrado convertir el informativo deportivo de la cadena en el Aquí hay tomate de la información deportiva, un programa rosa-amarillo.
Nunca me han caído bien, las pocas veces que he tenido la desgracia de verlos, Manolo Lamas y Manu Carreño, apodados como Los Manolos. Esos intentos por hacerse los graciosos, que sólo consiguen hacer el ridículo, son realmente patéticos (tampoco se salvan, por muy desconocidos que sean, Juanma Castaño y Nico Abad, que intentan imitar a sus "hermanos" mayores). Sin embargo, la última gracieta de Los Manolos merece un comentario aparte.
El vídeo habla por sí sólo. Manolo Lama, que había acudido a Hamburgo a cubrir la información sobre la final de la Europa League entre el Atlético de Madrid y el Fulham (por cierto, enhorabuena, colchoneros) pide paso en directo para "una sorpresa final". La "sorpresa" consiste en humillar a un mendigo que pedía dinero allí (y que, a juzgar por su cara, no se estaba enterando de lo que estaba pasando). Con la complicidad de un grupo de seguidores del Atlético de Madrid (segundo grupo de descerebrados, después del grupo de pseudoperiodistas ya nombrado) y tras haber mostrado al mendigo como si fuera un mono de feria, todos han empezado a echar monedas, bufandas, móviles y tarjetas de créditos (estos dos últimos elementos, por supuesto, eran recogidos enseguida, no vaya a ser que el mendigo se crea que esto va en serio). Ni una palabra de recriminación desde plató, donde ríen la gracia, especialmente Manu Carreño.
Resulta curioso que en el grupo PRISA no hayan movido un dedo contra Lama, especialmente teniendo en cuenta que, también recientemente, Paco González ha sido despedido de su programa deportivo en la cadena SER (y un compañero, incluso, podría ser expedientado por enviarle un saludo en directo).
Curiosamente, mientras Paco González estaba recibiendo apoyo de miles de personas en Internet, miles de personas también en Internet están crucificando a Manolo Lama por la humillación a la que somete al mendigo. Estas críticas han forzado una "disculpa" tanto de Cuatro como del propio Lama. Y entrecomillo la palabra "disculpa" porque si eso es una disculpa, creo que saldría más creíble que volvieran a Hamburgo y le escupieran en la cara al mendigo.
En fin, es posible que el mendigo fuera un indigente en el sentido que todos conocemos de la palabra. Pero esta casta de pseudoperiodistas son, sin duda, indigentes morales.