Aunque Camps ya me demostró que no soy español, ahora voy a demostrar lo contrario, que sí lo soy. Para ello, voy a hacer algo "antisemita": criticar a Israel.
A principios de este mes, Iván Prado, un payaso español, no pudo entrar en Israel, adonde se dirigía para preparar el festival internacional Festiclown 2010. Nada más aparecer en el aeropuerto Ben Gurión, de Tel Aviv, junto a Laila T, ciudadana española de origen jordano, fue retenido durante horas en un calabozo hasta que fueron expulsados y devueltos a Madrid.
La excusa para no dejarle entrar fue que se negó a "información a los servicios de seguridad" y en especial, información referida a sus "lazos con organizaciones terroristas palestinas". Según Prado, le exigieron datos como sus claves del correo electrónico como "requisito imprescindible de colaboración".
También Noam Chomsky ha tenido problemas, en su caso, para dar una conferencia en la universidad de Bir Zeit, cercana de Ramala, en Cisjordania (Palestina). A pesar de ello, Chomsky pudo dar la conferencia prevista por videoconferencia desde Jordania.
En fin, qué lástima que los payasos de Israel no produzcan risa.
jueves, 20 de mayo de 2010
Payasos israelíes
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2 comentarios:
Risa no producen.. pero ellos se descojonan.. sobre todo cuando algien les habla del "proceso de paz".
Y como la comunidad internacional les permite hacer y deshacer a su antojo, pueden descojonarse tranquilamente.
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