Otra vez el mismo argumento

Hace ya un tiempo, la Iglesia y sus periodistas sacaron a la palestra un curioso argumento para defender su oposición al aborto. Simplemente, el aborto era peor que el abuso de niños. Y ese argumento sigue vigente, por lo visto. El arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, ha sido quien ha vuelto a sacar el argumento de que es peor abortar que abusar de un niño. "Todas las cosas están mal pero es muy distinto quitar la vida a alguien que abusar de alguien, del que no hay derecho a abusar, naturalmente, pero no le quitas la vida".
Desde mi punto de vista, crear un trauma psicológico (que ese es uno de los efectos que puede provocar un abuso) también es robar la vida, sobre todo si el trauma creado es muy fuerte.
Ya basta de justificaciones injustificables. El aborto es malo, sí. Pero ello no debe quitarle importancia a otro asunto igualmente importante como es el abuso de menores. Y mientras la Iglesia lo ampare (porque lo ampara, por mucho que digan de puertas hacia afuera), queda desautorizada para hablar de qué es más grave o menos.