lunes, 21 de diciembre de 2009

El fracaso de Copenhague

La cumbre sobre el cambio climático que se ha celebrado en Copenhague está destinada al fracaso desde hace mucho tiempo. Recordemos que China y Estados Unidos nunca han estado dispuestos a lograr un acuerdo de máximos.
Así pues, los dirigentes mundiales se reunieron para lograr un acuerdo en la lucha contra el cambio climático y ha sido un fracaso total (como todas las reuniones de este tipo), con un acuerdo de mínimos.
Para lo único que ha servido esta cumbre (como otras de poderosos) fue para ver a la policía en acción y a los radicales antiglobalización provocando lo único que saben: destrucción (y no estoy diciendo que todos los que se manifestaran fueran violentos). Resulta además curioso que se celebre una cumbre sobre el clima, y se deje afuera a los grupos ecologistas y no se les deje hablar.
Así pues, la única frase sensata pronunciada en esta cumbre es la de Hugo Chávez, presidente de Venezuela: "Si el clima fuera un banco, ya lo habrían salvado".
Dejo aquí, por cierto, un resumen bastante certero sobre la cumbre de Copenhague.

4 comentarios:

Irreverens dijo...

Me estoy volviendo increíblemente cínica. Así que sólo puedo afirmar que no envidio para nada a las nuevas generaciones...

Anónimo dijo...

Esa cumbre ha sido un fracaso porque los medios informativos de medio mundo se han hecho eco del Climategate (menos en este país). Y con algo así al descubierto que iban a hacer, ¿ponerse a todos sus electores en contra?

Elena Casero dijo...

Y ¿qué podíamos esperar?

Buena frase la de Chàvez

Kurtz dijo...

Irreverens: Más bien nos envidirán ellos a nosotros. Y quizá, con todo merecimiento, nos guarden rencor.

Suko: Ya se sabe la mentalidad que tienen muchos, lo que sea para que sigamos como hasta ahora; sin mover un dedo hasta que sea demasiado tarde. La gente piensa a corto plazo y así nos va. Interesa más un escándalo que salvar el planeta y ahorrar recursos.

Elèna Casero: Cierto, de la alta clase política no podemos esperar gran cosa. Ni siquiera que nos salven. Eso (y lo digo completamente en serio y sin ningún atisbo de ironía) ya sólo podemos hacerlo nosotros mismos.