Dirigida por Gavin O'Connor y protagonizada por Edward Norton, Colin Farrell, Noah Emmerich y Jon Voight, nos narra la historia de una familia de policías (son ya tres las generaciones sirviendo a la ley). Todo cambia cuando uno de ellos tiene que investigar un asesinato ocurrido en un distrito controlado por su hermano mayor. A medida que va investigando, descubrirá que la corrupción va manchando todo aquello que conoce y en lo que cree.
La película es una mezcla entre los dramas televisivos de policías y los thrillers sobre corrupción policial. Sin embargo, tampoco hay que menospreciarla y, aunque se podía haber dirigido mejor, su historia y la interpretación de Edward Norton ya merecen la pena.
La película se deja ver, no se hace aburrido (como pudiera pasar) y, al menos, nos muestra eficientemente el conflicto generacional en la familia de policías, la visión que cada uno tiene de la corrupción policial y cómo se enfrentan a ella. Como mínimo, resulta interesante.
domingo, 6 de diciembre de 2009
Cuestión de honor
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2 comentarios:
Me acuerdo de ella. No me entusiasmó precisamente... pero se deja ver.
Es que eres muy exigente.
;)
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