Ayer 3 de diciembre, se cumplió el veinticinco aniversario de la tragedia de Bhopal, una de esas tragedias que son dobles por muchos sentidos: ocurren en un país subdesarrollado (aunque ahora La India es una de las economías emergentes), muere gente que no interesa a nadie, los dueños de las multinacionales tiene demasiado poder y no pagan sus responsabilidades...
Ocurrió el 3 de diciembre de 1984. Una fábrica de pesticidas perteneciente a la compañía Union Carbide (parte de cuyos activos fueron comprados posteriormente por Dow Chemical) sufrió una fuga de 42 toneladas de isocianato de metilo. El accidente se produjo al no tomarse las debidas precauciones durante las tareas de limpieza y mantenimiento de la planta, lo que hizo que el agua a presión utilizada y los cristales de cloruro sódico y restos metálicos y otras impurezas que la misma arrastraba, entrasen en contacto con el gas almacenado, iniciando una reacción exotérmica que provocó el estallido por sobrepresión de las válvulas de seguridad de los tanques y con ello la liberación a la atmósfera del gas tóxico. Además, siempre se denunció que la fabrica estaba demasiado cerca de la población. Al entrar en contacto con la atmósfera, el compuesto liberado comenzó a descomponerse en varios gases muy tóxicos (fosgeno, monometilamina y especialmente ácido cianhídrico, también conocido como ácido prúsico o cianuro de hidrógeno) que formaron una nube letal que, al ser más densos los gases que la formaban que el aire atmosférico, recorrió a ras de suelo toda la ciudad. Se estima que entre 6.000 y 8.000 personas murieron en la primera semana tras el escape tóxico y al menos otras 12.000 fallecieron posteriormente como consecuencia directa de la catástrofe, que afectó a más de 600.000 personas, 150.000 de las cuales sufrieron graves secuelas. Además, perecieron también miles de cabezas de ganado y animales domésticos y todo el entorno del lugar del accidente quedó seriamente contaminado por sustancias tóxicas y metales pesados que tardarán muchos años en desaparecer. La planta química fue abandonada tras el accidente y Union Carbide nunca respondió por los daños causados.
A día de hoy, incluso, siguen enfermando personas.
Recomiendo, para conocer todo lo que rodea esta tragedia, el libro Era medianoche en Bhopal, de Dominique Lapierre y Javier Moro; así como el documental Una nube sobre Bhopal, basado en este libro.
viernes, 4 de diciembre de 2009
La tragedia olvidada de Bhopal
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2 comentarios:
Recuerdo perfectamente el accidente de Bhopal; tampoco olvido la impunidad de los responsables y la vergonzosa actuación del Gobierno indio: silencio a cambio de armas y tecnología.
Y lo peor es que estas cosas, estas tragedias impunes, ocurren en el Tercer Mundo y en el Primero (que nos lo digan, si no, a los valencianos).
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