La trilogía "Millennium"

La trilogía Millennium, del escritor sueco Stieg Larsson, me enganchó desde el principio hasta al final de una forma que pocas novelas lo han logrado. La forman los libros Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina (una de las pocas veces que un título inventado por el traductor es mejor que el título original) y La reina en el palacio de las corrientes de aire.
La verdad es que llegué por pura casualidad a esta trilogía. En mi cumpleaños me regalaron el primero de la saga y, tras devorarlo con avidez, me entregué al resto de la saga.
La razón por la que me engancharon es por la tensión que mantienen a lo largo de sus páginas. Quizá no sean obras cumbres de la literatura, pero ello no impide su disfrute. Los dos personajes principales, el periodista Mikael Blomkvist y la hacker Lisbeth Salander, son dos personajes muy carismáticos y atrayentes.
Lo único que me chirrió de la trilogía escrita son las últimas páginas del tercer libro. Creo que era un final innecesario, que sólo sirve para alargar en exceso el epílogo de la saga (es lo que pasa con las sagas; algo parecido le pasó a Stephen King con su saga La Torre Oscura).
No puedo cerrar el post sin nombrar las adaptaciones cinematográficas de las novelas Millennium. En líneas generales, las películas (las dos que ya se han estrenado; falta la tercera) están bien. Han logrado capturar el espíritu de las novelas y han demostrado que el cine europeo también puede hacer interesantes thrillers, además de que hay vida más allá de Ingmar Bergman en el cine sueco. Sin embargo, adaptar la segunda novela era demasiado complicado, como se puede comprobar, y hay muchas partes de la novela que no aparecen en la segunda película para agilizar la trama, aunque uno tiene la sensación de que todo transcurre demasiado deprisa. Veremos cómo acaba la tercera.