Me gusta ver películas de otros países cuyo cine no suele verse mucho por estas latitudes. Siempre es bueno comprobar cómo entienden en otros países el cine y los temas que tratan. Y siempre suelen dar gratas sorpresas.
Entre la semana pasada y esta se han estrenado dos películas bastante interesantes (y sin necesidad de efectos especiales):
-La semana pasada nos llegó, desde el Líbano (aunque coproducida con Francia) la película Caramel. Narra la historia de cinco mujeres de diferentes edades y sus reuniones en un salón de belleza de Beirut. Sus conversaciones giran en torno al amor y los problemas personales de cada una. Una comedia vitalista y optimista, quizá porque se rodó antes del último bombardeo masivo de Israel sobre el país.
-Esta semana nos ha llegado otra no tan optimista, un auténtico dramón: 4 meses, 3 semanas, 2 días. Esta película rumana (Rumania sólo produce quince películas al año) trata un tema de moda estos días en España: el aborto. Ambientada en 1987, cuando la dictadura comunista está a punto de caer, narra cómo una joven abortará en el único país del bloque soviético, Rumania, en el que se prohibió el aborto. La película es un auténtico mazazo para todas las conciencias y tiene un claro mensaje: prohibiendo no se soluciona nada.
En fin, no todo va a ser ver películas del país de las barras y las estrellas. Hay otras propuestas ahí afuera igual de interesantes. O más.
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2 comentarios:
Tomo buena nota de las dos. Aunque la rumana no la he visto anunciada en Vigo...
Pues es una lástima que la rumana no la proyecten por Vigo. Es una película que todo el mundo debería ver. Especialmente esa gente que tan vehemente se opone al aborto, incluida la señora Botella que decía que había visto en Madrid "fetos de siete meses en trituradoras". Que vean esta película y sabrán el drama y trauma real que supone un aborto en un país que no lo permitía.
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