miércoles, 16 de enero de 2008

Soy anticlerical

Según el diccionario:

Anticlerical:

1. Contrario al clericalismo.
2. Contrario al clero.

Clericalismo:

1. Influencia excesiva del clero en los asuntos políticos.
2. Intervención excesiva del clero en la vida de la Iglesia, que impide el ejercicio de los derechos a los demás miembros del pueblo de Dios.
3. Marcada sumisión y afecto al clero y sus directrices.

Tomando como ejemplo la primera acepción de estas palabras, me declaro anticlerical, que no es lo mismo que ser anticatólico o anticristiano, ya que tolero las creencias religiosas de cada uno.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo también lo soy. Y atea y laicista...

Desesperada dijo...

bueno, yo soy agnóstica, pero no me definiría como anticlerical, la verdad. a mí no me molesta que la iglesia exista, me molesta que se meta en asuntos que no le conciernen. ahora, si los creyentes se sienten mejor yendo a rezar... pues francamente, es cosa de ellos, no? la putada es que las iglesias están tan acostumbradas a intervenir en la vida pública que no entienden que estamos en el siglo del laicismo... tendrán que aceptarlo, tarde o temprano.

Kurtz dijo...

Maripuchi: yo me considero más agnóstico que ateo.
Desesperada: a mí tampoco me molesta la existencia de la Iglesia. Pero tomando la primera acepción del diccionario de la palabra "anticlerical", yo me defino como tal, porque estoy en contra de que se entrometan tanto en asuntos políticos.

Irreverens dijo...

Pues entonces yo también soy anticlerical.

:)

Browner...Seguro? dijo...

Yo simplemente soy antijerarquia catolica, no tengo nada en contra de la religion ni en contra de esa parte del clero que hace una gran obra social, que la hay, pero esos que van de rojo, morado o purpura como lo quieran llamar, en contra de esos si que estoy

magofez dijo...

Yo no sé lo que soy, creer no creo, pero haber algo hailo. En conclusión, estoy muy confuso en este tema, pero de los clérigos y secuaces, totalmente de acuerdo.

Sergio dijo...

Respeto tu opinión, aún cuando has de reconocer que hay y hubo curas que fueron magníficos, como el padre Damián y aquellos curas obreros que se comprometieron con la clase más necesitada arremangándose la sotana y poniendo en práctica real las enseñanzas de Jesús.

Por otra parte, en mi bitácora Espejos y Dragones he dejado una invitación para vos, pasate y lee, y espero que tomes el bastón que allí te dejo.

Un abrazo enorme y cuídate.

Mariano Zurdo dijo...

Misterios de la red. Había dejado un comentario pero ha desaparecido. Para mí que blogger es clerical y como yo venía diciendo que según esa acepción soy anticlerical...
Y también decía que aún más con la actual jerarquía eclesiástica católica que es la que a mí más me incomoda.

Kurtz dijo...

Irreverens: no esperaba menos de ti, que tienes que hacer honor a tu nombre.
;)
Browner... seguro?: el roblema de la Iglesia es que, como en todas partes, los poderosos se olvidan pronto de su misión y su deber.
Deshabitado: estamos de acuerdo.
Sergio G Rabadá: reconozco la labor de muchos curas, sobre todo en iglesias de barrios marginales. Mi crítica va dirigida contra ese clero que, como recoje la entrada del diccionaio, se inmiscuyen en asuntos políticos.
Encantado de tomar el bastón que me pasas y me pondré manos a la obra enseguida.
Un abrazo y cuídate tú también.
Mariano Zurdo: pues si Blogger es clerical no tardarán mucho en cerrarme el blog. Jajaja.
Lo de la jerarquía eclesiástica es desde luego para mear y no echar gota. Sobretodo con gente como Rouco Varela o García Gasco.

Catalina Trujillo dijo...

Me uno.

Kurtz dijo...

Binvenida al club, Catalina.

Sergio dijo...

A mí, personalmente, jamás me ha molado (acabo de descubrir todo el poder literario de la palabra molar, coño)la jerarquía eclesiástica a la cual siempre he supuesto un poco arterioeclesiástica (no es un buen juego de palabras pero vale ¿no?).

Por una parte, no me parece mal que opinen de temas diversos, creo que es el derecho de todos el hacerlo, lo que sí me molesta, es que hagan una especie de proselitismo redentor y que se olviden que en una nación hay libertad de cultos, y que el dogma de un culto no ha de primar sobre el dogma de los demás cultos y religiones, ni sobre aquellos que han decidido vivir sin cultos ni religión.

Más aún, el estado desastroso al que está llegando la fe católica exige la realización de una autocrítica profunda y vasta (de extensa, no de ordinaria)acerca de la función de la iglesia católica en la sociedad actual. Deberían comprender que si bien es aceptable y encomiable que ayuden y guíen el pensamiento de quienes creen en ellos y siguen sus principios, no es ni recmendable ni encomiable que intenten entrometerse en los asuntos propios del estado, ni sobre los derechos de aquellos que piensan de manera totalmente diferente a ellos.

No pueden obligar a la gente, por ejemplo, a creer en un solo Dios. No pueden obligarla a creer en la Santísima Trinidad, ni en los Santos ni en ninguno de sus dogmas por la sencilla razón, justifiquemos esto religiosamente, de que el hombre posee libre albedrío y lo que Dios da, Dios quita (en todo caso) y no puede ser quitado por el hombre.

Igualmente, la cúpula misma de la Iglesia (el papa y adláteres) ha otorgado divorcios a troche y moche que si bien no son express seguramente son carísimos (Creo que permitieron el divorcio de Carolina de Mónaco de su primer marido, si mal no recuerdo).

Una persona normal, libre pensante, de cultura media, curiosa y razonante, no puede menos que aceptar la gran hipocresía que inunda todos los estamentos eclesiásticos. Los ejemplos sobran. Todos hemos sabido que el vaticano firmó tratados con Hitler, de igual manera la mayoría de las dictaduras fueron apoyadas por cardenales y obispos, exceptuando algunas clarísimas excepciones que hacen hoy de quienes fueron esas excepciones objeto casi de culto.

Entre los años de 1977 y 1982, por ejemplo, Argentina vivió una de sus peores dictaduras. Pocos curas se opusieron a ella. Monseñor Angelelli, obispo de La Rioja, fue asesinado por esto y aún no se ha esclarecido su crimen, también tenemos el caso de Monseñor Romero, en El Salvador, asesinado durante la eucarístía.

Sin embargo, la mayoría de los obispos, cardenales y curas aparecían cercanos y hasta apoyando a los dictadores que habían usurpado el poder y eso es lo que una persona racional, inquisitiva, curiosa, libre pensante, no entiende.

Ese juego hipócrita de Carolina de Mónaco sí, la vecina de tu edificio no, que maten los rojos es malo, que maten los hijos de dios es bueno, suena demencial y arcaico. Saber que El Vaticano y todas sus maravillas fueron el fruto de la explotación y el dominio tiránico de los Papas sobre un estado, el Romano, que los italianos tuvieron que tomar la ciudad por las armas para arrebatársela al Papa, que fue Mussolini quien reconoció la soberanía del Estado Vaticano a través del tratado de Letrán en 1929.

Demasiadas cosas que alguna vez deberían ser expuestas de manera ordenada y racional y no como yo lo he hecho, despiertan en los espíritus curiosos, inquisitivos, racionales, el anticlericalismo.

Y por si lo dudabas, estimado Kurtz, siempre he sido un anticlerical convencido.

Un abrazo.

Kurtz dijo...

No dudaba que lo fueras, Sergio.
Estoy de acuerdo con la exposición que haces del tema y decir que, evidentemente, la Iglesia tiene toda la capacidad para opinar de cualquier tema como cualquier persona.
Pero una cosa es opinar sobre temas como el matrimonio homosexual, el divorcio o el aborto y otra cosa es decir que si se aprueban leyes sobre esto temas se disuelve la democracia y se retrocede en Derechos Humanos.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Yo soy algo mas que atea , ademas de no creer en dios, odio al clero y todo lo que huele a cirio quizas sea una anticlerical 100%

salud Ana

El Creador dijo...

Me estaís todos hechos una cuadrilla de herejes.

Kurtz dijo...

Ana: sí, creo que eres anticlerical.
Jejeje.
Salud.
El Creador: qué se puede esperar con esos representantes en la Tierra.