Uno de los grandes problemas de la Oposición en Valencia, y que supone una de las causas por las que gana constantemente el PP, es la división entre sus miembros. Pero mientras algunos partidos parecen haberlo superado, al menos, de cara a las elecciones, otros son incapaces.
El PSPV, tras cada proceso electoral, se sumerge en una guerra civil entre sus miembros. El objetivo no es elegir al mejor candidato para las próximas elecciones, sino luchar por un puesto de relevancia en el partido y luchar por las pocas migajas que nos deja el PP. Así, se dan casos como el de Pla o, más recientemente, Asunción. De hecho, se podría decir que Alarte está más preocupado en gestionar lo que va a suceder después de las elecciones, que la propia campaña en sí.
De esta forma, el ganador impone (que no consensúa) su equipo y su forma de hacer política sin preocuparse si es la mejor decisión. Así, también, se forman familias y barones sin baronías que sólo sirven para que el partido se divida. La unión hace la fuerza, pero esto parece que no es muy comprensible dentro del PSPV. Y llegará el 23 de mayo y de nuevo se llorará por el resultado electoral y se echará la culpa a los votantes manipulados y a los apáticos que se abstienen (que también). A no ser que cambien las cosas en el seno del partido.
viernes, 25 de febrero de 2011
División, ese gran problema de la izquierda valenciana
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2 comentarios:
i tu que ho digues.....
No tenim cap polític que tinga trellat ni vergonya.
Pocs tenim, la veritat.
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