Batasuna condena la violencia... y a la democracia no le conviene

El nuevo partido heredero de Batasuna, Sortu, quiere presentarse a las elecciones. Para ello, ha presentado unos estatutos en los que condena la violencia, "incluida la de ETA". Es lo que llevaban tiempo pidiendo los partidos democráticos como condición para que Batasuna se presentase a las elecciones.
Pero resulta que ahora que lo hacen, no es suficiente. Los medios de comunicación se vuelven contra la posibilidad de que Sortu se presente a las elecciones (algunos, en su línea, avivan la conspiranoia de los pactos entre el Gobierno y ETA). El PP amenaza con romper su pacto con el PSOE en el País Vasco, si esto sucediese (¿hay que recordar lo que Aznar pedía a ETA en 1998?).
Cada vez estoy más convencido de que, entre unos y otros, a nadie interesa que llegue la paz al País Vasco y se solucione el problema de la violencia. Quizá se tema que pase lo mismo que tras el final de Guerra Fría, cuando, una vez eliminada la amenaza comunista, Estados Unidos quedó huérfano de enemigos hasta la aparición de los islamistas radicales. Y es que ETA y su entorno son un enemigo muy conveniente para la democracia española. Y sin ese enemigo, ¿quién la amenazara?