Hace un par de días, Francisco Camps aseguraba que a Zapatero, "en el fondo, le gustaría ser" como Hugo Chávez, presidente de Venezuela. Todo viene por la polémica de las investigaciones sobre la extracción de petróleo de las costas valencianas, autorizadas por el Gobierno de Zapatero. Me parece muy bien que no se quiera extraer petróleo de Valencia (yo mismo estoy en contra), pero también me hubiera gustado que el Gobierno valenciano se hubiera opuesto igual de vehementemente cuando las prospecciones las mandaba hacer Aznar. Además, la única forma que habrá de pagar todos los grandes eventos que planean Camps y sus secuaces será extrayendo petróleo (y ya puede desear Camps que en nuestro subsuelo haya toneladas).
De momento, el único que se parece a Hugo Chávez es el propio Camps. Su actitud chulesca y cínica, por no hablar de la censura (que incluye cerrar repetidores de televisión que no le gustan o censurar exposiciones que muestran la realidad que no desea ver), son sólo algunas de las características que comparten ambos mandatarios.
miércoles, 2 de febrero de 2011
Camps, Zapatero y Chávez
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