Privatizando la Ley de Dependencia

Hace unos días, Zapatero amenazó con rebajar los fondos autonómicos a aquellas comunidades que no aplicasen la Ley de Dependencia. En la Comunidad Valenciana se dieron por aludidos y pensaron: "Ya que nos obligan a aplicar una Ley que no nos gusta, bajo pena de no recibir dinero, aplicaremos la Ley. Pero tenemos que sacar algún beneficio económico de su aplicación".
Dicho y hecho. El servicio de atención a domicilio se ha privatizado en la Comunidad Valenciana. Un paso más en una comunidad como la nuestra en la que la Sanidad está cada vez más privatizada. La Generalitat ha creado, a través de la Consellería de Bienestar Social, un registro de cuarenta empresas a las que tendrán que dirigirse aquellos que necesiten asistencia a domicilio.
Esta medida, que nos costará más cara que la asistencia pública, sólo busca sacar el máximo beneficio económico de una Ley. No es casualidad que Juan Cotino, uno de los políticos más infames de la Comunidad Valenciana, conseller de Bienestar Social y vicepresidente tercero del Consell tenga familiares empresarios que son dueños de varias residencias en la comunidad.
Dentro de todos los escándalos diarios que se han dado y se dan en la Comunidad Valenciana, éste es a mi juicio el más grave. Juegan con nuestras vidas (no olvidemos a los dependientes a los que se está dejando morir sin ayudas, las cuales son concedidas una vez muerto el dependiente)y con nuestras necesidades (privatizando la asistencia a domicilio y muchos otros servicios sanitarios). Puede que a los valencianos y valencianas no nos importe que nos roben el dinero. Pero que nos roben calidad de vida es inadmisible.