Relámpago sobre agua

Conmovedor, impresionante y hasta tétrico en ocasiones. Así definiría yo este documental de Wim Wenders, que rodó en 1980. En él se nos muestran los dos últimos meses de vida del también director de cine Nicholas Ray, aquejado de un cáncer terminal. Se nos muestra a un Ray trsite y lastimoso, aplastado por una enfermedad que lo consume. Sin embargo, aún le quedan fuerzas para recordar ante las cámaras los artistas con los que trabajó.
Fue Ray quien convenció a Wenders para que rodase su epitafio cinematográfico. Y Wenders se trasladó para ello al loft neoyorquino en el que Ray esperaba la muerte (se había negado a ingresar en un hospital). Así, Nicholas Ray falleció como vivió: rodando.
Ray y Wenders eran amigos desde el rodaje de la película El amigo americano, en 1976.