Artur Mas plantea un referéndum separatista en Cataluña y al instante estallan los escándalos económicos de dos de las estrellas del equipo de fútbol de Barcelona: Neymar y Messi.
Sin defender ni al Barça ni a estos jugadores concretos, ¿no es un poco casual esta cadena de acontecimientos?
Recordemos que Montoro, uno de los ministros más cínicos de la política española de los últimos años, se ha dedicado a amenazar a todo aquel que disgustaba al Gobierno (políticos de la Oposición, periodistas, incluso futbolistas). ¿Hay pues una mano negra gubernamental detrás de casos como el de Neymar o Messi?
No lo sé, y no estoy en condiciones de afirmarlo. Pero resulta curioso que solo se mire hacia al Barça, pero no hacia otros equipos de fútbol. De hecho, todos deben dinero a Hacienda y la Seguridad Social. Y no estamos hablando de calderilla, sino de millones de euros (a pesar de lo cual, no les importa gastar otros tantos millones en fichajes de relumbrón). ¿Algún día se mirará hacia los equipos de la capital, el Real Madrid y el Atlético de Madrid? ¿O a los equipos valencianos que tanta sintonía han tenido con los poderes públicos regionales, como el Valencia, el Hércules, el Villarreal o el Elche? Y eso por nombrar los más conocidos.
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