viernes, 11 de junio de 2010

La estrategia para silenciar el caso Gürtel


(Camps imitando a los Sex Pistols en un acto en Segorbe -y no es broma-.)

No sorprende que el PP haya intentado utilizar todo tipo de trampas para tumbar el caso Gürtel. No son muy amigos de decir la verdad ni de asumir responsabilidades políticas. Así pues, no sorprende que Federico Trillo, responsable de Justicia del PP (y diputado por Alicante) dirigiera su estrategia a intentar desacreditar a José Tomás, el sastre de Camps, como denunció el propio sastre. Hace unos días, Miguel Marqués, ex director de Compras de Forever Young relató ante el juez Pedreira que Trillo se reunió dos veces con Eduardo Hinojosa, propietario de Forever Young, para dirigir la campaña contra José Tomás. Esto se produjo tras la declaración del sastre ante el juez, donde afirmó haber tomado medidas para el presidente valenciano para confeccionar trajes por encargo de una empresa de Gürtel. Tras las reunión entre Trillo e Hinojosa, el sastre fue despedido y se presentó una querella contra él por unas supuestas facturas falsas.

Mientras, la defensa de Camps no deja de ser curiosa. Hace unos días, mientras Trillo afirmaba que "El caso Gürtel podría dar un giro copernicano" (no especificó cuándo daría ese giro), Camps afirmaba que "Hay pruebas que se ocultaron que demuestran mi inocencia". Camps hacía esta afirmación basándose en "informaciones" publicadas en el diario La Razón, en las que se acusaba al juez Garzón de ocultar pruebas que demostrarían la inocencia de Camps. Lo curioso es que el periódico citaba como fuente al entorno de Camps. Esta fue la noticia publicada por el diario y, que sirve una vez más, para intentar mostrar al PP como la víctima de todo este proceso.
Sin embargo, la noticia publicada por La Razón se basa en información falsa (y de la que tanto eco se hicieron Camps y Trillo). Launa información publicada por el diario La Razón habla sobre una providencia del juez del Supremo, Alberto Jorge Barreiro, que supuestamente demostraría la actuación irregular y al margen de la ley de las fiscales. Ocurre, según El País, que esa providencia no existe: el Supremo ha aclarado que no tiene abierta diligencias contra las fiscales y que, por tanto, no hay un auto que demuestre nada contra ambas. Según las acusaciones de Trillo, Barreiro, instructor de la querella contra el juez Garzón por las supuestas escuchas ilegales de la Gürtel, pidió documentación para saber si las fiscales ocultaron pruebas a favor de Camps y si remitieron el caso a este magistrado eludiendo para ello el reparto. Si esto fuese cierto, significaría que Barreiro ha admitido a trámite la querella presentada contra las dos fiscales por Ignacio Peláez, el abogado de uno de los miembros de la Gürtel. Sin embargo, ni esa querella se ha admitido a trámite ni le corresponde a Barreiro decidir sobre la cuestión, según el Supremo.
Sí hay dos providencias firmadas por Barreiro los días 27 y 28 de mayo, pero no se refieren a las fiscales sino, en general, a la orden de Garzón de intervenir comunicaciones en la cárcel. De hecho, uno de esos textos deniega la petición de tomar declaraciones a las representantes de Anticorrupción. Además, independientemente de la supuesta conversación exculpatoria y del proceso de las escuchas en el Supremo, hay varias pruebas contra Camps: el pen drive con la contabilidad de la trama, documentos oficiales de las tiendas de ropa y testimonios de empleados de esas entidades.

Mientras tanto, el juez José Flors ha retomado la investigación de la vertiente valenciana de Gürtel. Cuando instruyó la causa la primera vez, Flors ya se había mostrado contrario a archivar la causa contra Camps para seguir investigando. Veremos si esta vez quiere seguir adelante hasta el final. Aunque puede que sigan las mismas dificultades. Juan Luis de la Rúa sigue siendo el presidente del TSJV, a pesar de que tendría que haber sido sustituido incluso antes de haber decidido si archivar o no la causa contra Camps. La falta de acuerdo a la hora de encontrar su sustituto han permitido que De la Rúa siga en el cargo, salvando a su "más que amigo" y cometiendo todo tipo de prevaricaciones. Eso sí, De la Rúa también tiene tiempo para llorar un poco y quejarse de la imagen que los medios de comunicación ofrecen de la Justicia. Como que se han dado razones para esa mala imagen.

A pesar de todo, Rajoy sigue jugando al despiste. Aunque sigue también ligando su futuro al de Camps, al afirmar tajantemente que Rajoy es inocente. Si finalmente se demostrara la culpabilidad de Camps, Rajoy debería dimitir por higiene política. De hecho, Jorge Alarte, líder de los socialistas valencianos ya loo ha acusado de ser "cómplice político" de Camps.

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