lunes, 22 de marzo de 2010

Veinte años de mierda

En octubre del año pasado, se cumplían veinte años de las primeras emisiones de Canal 9, el canal autonómico valenciano. En este tiempo, el canal ha marcado hitos tales como ser el precursor del actual modelo de programas del corazón, con aquel Tómbola.
Pero estos ya más de veinte años han dado para mucho. Por ejemplo, para descubrir que algunos repetidores de Canal 9 son ilegales, a pesar de lo cual, el Gobierno valenciano no los cierra como hace con los de TV3.
La manipulación informativa y la censura en Canal 9 ya se ha convertido en tema nacional, sólo superada por Telemadrid. Incluso, ha sido tema de una tesis doctoral. En el pasado 2009 es donde más claramente se vio esa censura y manipulación, al no existir Gürtel más que como una anécdota informativa hasta que la causa contra Camps fue archivada por el TSJV. En cualquier noticia, se puede ver la censura que se practica en una televisión que pagamos todos los valencianos y valencianas. ¿O alguien ha visto algo referente a la censura de las fotos del MUVIM en Canal 9? Y así con todos los temas que puedan perjudicar al Gobierno valenciano.
Pero era lógico que tratasen de esconder Gürtel en lo más recóndito de sus informativos. Al parecer, RTVV habría adjudicado 6,5 millones de euros a la empresa Teconsa (una constructora) por la sonorización de la visita del Papa a Valencia. Pedro García, el entonces director, habría recibido trajes de la trama corrupta.
Y este año, Canal 9 tampoco se libra de la vergüenza y la mierda. Por un lado, el actual director (sustituyendo a Pedro García, dimitido el año pasado), José López Jaraba, se enfrenta a los requerimientos de Hacienda, quien ha enviado veinticuatro solicitudes por impago entre los años 2005 y 2006. Por su parte, Vicente Sanz (quien está casado con una diputada del PP), dimitió tras conocerse que acosaba sexualmente a trabajadoras de la cadena. Sin embargo, y según parece, las denuncias empezaron a formularse un año antes. Incluso que Jaraba recibió un sms que decía: "Necesitamos hablar urgente. Acoso Sanz" o que vio un vídeo, de alto contenido sexual, grabado con cámara oculta por las propias denunciantes. Incluso, el propio Sanz tenía una lista de dieciséis personas que podrían ser la denunciante. Aún así, el caso no se ha conocido a este año, y hasta este año no se habían tomado medidas contra Sanz.

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