lunes, 1 de marzo de 2010

Las cuentas de Canal 9

Hace unos días hablábamos de las miserias morales de RTVV. Hoy hablaremos de las miserias económicas.
Porque el problema económico de RTVV valenciano no se debe sólo a su implicación en la trama Gürtel, con episodios como el de la subcontratación a la constructora Teconsa por los trabajos de sonorización de los actos de la visita del Papa a Valencia (de hecho, Correa y El Bigotes se jactaban de la libertad con la que se movían por Canal 9, gracias a Pedro García, entonces director general y el cual dimitió el año pasado por sus implicaciones en la trama corrupta).
Canal 9 resulta ser una de las cadenas de televisión autonómicas menos rentables. En audiencia se nota, ya que pierde espectadores incluso al emitir partidos de fútbol. Y lo peor es que siguen gastando dinero en ello. Así, por ejemplo, tenemos un programa como DBT.es (toma ya nombre moderno), supuestamente de debates (digo "supuestamente" porque no creo que sea un debate cuando todos los tertulianos están en la misma línea ideológica). En dicho programa, los tertulianos cobran más de 800 euros por cada participación. La audiencia, como siempre, responde a este programa (y a otros de la cadena) ignorándolo.
Y encima, el gran problema es que Canal 9 no controla sus propias cuentas. Así lo reveló una auditoría realizada a finales del año pasado por la Sindicatura de Cuentas. El informe hablaba de dos programas (El Picú y Gran slam, actualmente desaparecidos de la programación) con un coste de 87.957 y 50.000 euros respectivamente por entrega. Ambos programas eran emitidos por todas las televisiones autonómicas. Sin embargo, en el contrato no se establecía a cuál de ellas, el productor debía presentar las cuentas de los programas.
Otro ejemplo del descontrol de las cuentas es la miniserie Flor de mayo,basada en una novela de Blasco Ibáñez, que costó 2.313.960 euros. Del rodaje se encargó Candil Films y se pagó en virtud de un convenio entre RTVV y la Generalitat. En el contrato se especificaba que Canal 9 tenía derecho a recibir parte de los ingresos por la comercialización de la obra y que es copropietario de "todos los elementos adquiridos con cargo al presupuesto del programa y que se decidirá conjuntamente su destino". "No consta que se haya requerido a la productora información sobre dichos aspectos", concluye el informe de la Sindicatura de Cuentas.
Pero bueno, es normal que se den estos descontroles. Al fin y al cabo, no es el dinero propio de ellos, es dinero ajeno. Dinero público, de todos los valencianos y valencianas.

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