A veces ocurren cosas que me vuelven a hacer dudar del género humano y su solidaridad con los demás congéneres.
Un inmigrante "sin papeles" (lo entrecomillo porque sigo sin entender por qué se necesitan papeles para moverse por el mundo) trabaja en una empresa familiar de pan en Gandía. Maneja una máquina panificadora absoleta y que no cumpe las normas de seguridad. Es explotado laboralmente, trabajando por una miseria, y a veces durante 23 horas seguidas. Un día, este inmigrante sufre un accidente y la máquina le corta el brazo. El hombre permanece diez minutos desangrándose hasta que llega su jefe. Van al hospital, pero su jefe lo deja a doscientos metros y le advierte de que, si le preguntan, diga que ha sufrido un accidente, pero que no hable de la empresa. Después vuelve a la empresa, limpia la sangre y tira el brazo a la basura. Cuando el miembro fue recuperado, ya no pudo reimplantarse. El empresario asegura que todo es mentira y que el trabajador estaba ebrio, cosa que desmiente el informe médico.
Creo que el relato habla por sí solo y no necesita más comentarios. Bueno, uno sí: aclarar que esto no ha sucedido en el siglo XIX, sino que ha ocurrido hace unos días. Él se llama Franns Rilles Melgar, pero seguro que hay muchos en la misma situación que él.
6 comentarios:
hay que ser hijo de muy mala madre para portarse así con alguien indefenso.
Espero este empresario se pase una buena temporada en prisión.
Cosas como esta te dan asco y te hacen dudar de si estas rodeado de personas o de animales.
Diego
Estimado, Kurtz, yo ya hace mucho tiempo que perdí la fe, pero no sólo en el más allá o en las explicaciones de las cosas que no se pueden ver ni razonar. Yo hace ya mucho tiempo que perdí la fe también en la raza humana. Hay perros más humanos que ciertos humanos. Y no lo digo sólo por el empresario sino por los que lo justifican, callan o echan a la culpa a otros de esta iniquidad.
Como leí hace poco en un blog, los valores que ahora nos interesan son los que cotizan en bolsa, no los Valores con mayúsculas, que han desaparecido de la sociedad. A las pruebas me remito.
Diego: es que como la Justicia ahora no actúa como debe ya sería el acabose del caso.
Juan: la verdad es que sí, hay animales que se comportan mejor que nosotros. Y después vamos de especie superior.
Josito: debe ser eso. Vamos muy bien así...
Aunque me entristeze este suceso... te voy a confesar que no me a sorprendido tanto como a ti. Y te voy a contar el porque. El 10 de julio de hace dos años, ingrese en la planta de quemados de la Fe por un accidente domestico en el que sali un poco mal parada, aunque lo mio no fue nada comparado con lo que te voy a contar. Al mes de estar alli ingresada, llego un chico de tan solo 17 añitos quemado por completo de cintura para arriba...el chico se llama Stefan, era de origen Lituano. Trabajaba en una empresa pirotecnica, obviamente, al igual que este señor, sin papeles, sin contrato, sin nada de nada...el jefe lod ejo tirado en la puerta de urgencias de la Fe y se piro. A Stefan le amputaron los dos brazos, estaba aislado en una habitación, logicamente por el peligro de infección que tienen los grandes quemados. Cuando yo pude empezar a andar me paseaba por delante de su puerta y por la rendija de la pierta le veias la carita en la que solo se veia la boca y los ojitos, le saludaba y sonreia... no le conocia de nada, y seguramente no lo volvere a ver, pero creeme que llore mas por el que por mi en el mes que coincidimos alli. Por eso yo no entendia, ni entiendo, como puede haber gente que valore tan poco la vida humana, esa gente no merece vivir. Lo siento por el rollo que te he soltado, pero es q el otro dia al ver la noticia en la tele, se me removió todo por dentro. Un saludo
En fin, una prueba más de que vivimos en un sistema y en una sociedad que nos ha deshumanizado por completo.
Un saludo.
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