lunes, 29 de junio de 2009

Gürtel: el silencio del PP



(Francisco Camps y Ricardo Costa riéndose de Mariano Rajoy, que no se entera o no se quiere enterar de la panda que gobierna Valencia.)

Todavía no se ha oído a Camps negar las últimas novedades del caso Gürtel. Es más, hay toda una sombra pesada de silencio sobre este caso que ya empieza a escamar.

El sastre José Tomás, quien en teoría hizo los trajes para Camps que Correa pagó, envió correos electrónicos en su día con las facturas de los trajes. Los correos fueron envidos a Pablo Crespo, ex secretario de Organización del PP en Galicia y también imputado en la trama. En esta factura se incluye una relación de compras entre las que se expresa "a nombre de Francisco Camps compras por importe de 5.393,50 euros". En la misma factura se incluyen compras a nombre del director de la televisión valenciana, Pedro García, por algo menos de 3.300 euros, y de Rafael Betoret, por 6.700. Además, el nombre de Camps figura también en "varias hojas de Listado de Encargos de Sastrería" en referencia a "cuatro trajes (americana y pantalón)" de los que se habría hecho entrega como muestran sus números de pedido. Todas las entradas de este listado llevan un encabezamiento con el nombre de Pablo Crespo y tienen un importe total de 30.678,90 euros que se pagaron en su totalidad por transferencias bancarias y cheques de las empresas Servimad Integral y Diseño Asimétrico, gestionadas por Crespo.

José Tomás, acudió recientemente a declarar, esta vez por el litigio que mantiene con Forever Young, una de las empresas donde se compraban los trajes, de la cual fue despedido tras declarar ante Garzón. Según él, el despido fue improcedente, pues era el responsable de compras y ventas de la cadena, pero no se ocupaba de los temas de facturación, por lo que no pudo emitir facturas falsas, como le acusan.

Actualmente, el PP sigue manteniendo a ocho imputados en sus cargos. Es curioso que se afanen en pedir explicaciones a Chaves por un caso que no es tal y que ya ha sido mil veces explicado mientras mantienen a gente como Camps o Costa, los cuales no han superado los dobles y triples raseros con los que el PP mide la corrupción de su propio partido.

Pero el silencio en el PP se ha convertido ya en el santo y seña de este caso. Así, por ejemplo, este sábado se celebró en Valencia un acto para conmemorar el primer aniversario del Congreso donde Mariano Rajoy salió reelegido líder del partido (parece que este hombre sólo gana cuando es el único candidato). Allí estuvieron, junto a seis mil personas, el presidente de la Generalitat, Francisco Camps; el presidente del PP andaluz, Javier Arenas; la portavoz en el Congreso, Soraya Sáez de Santamaría; el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá; el presidente de Nuevas Generaciones del PP, Ignacio Uriarte; y el presidente provincial del PP, Alfonso Rus. ¿Alguien dijo algo de Gürtel? Ni por asomo. Y eso que la semana que acabamos de dejar ha conocido la implicación oficial en la trama de Luis Bárcenas, tesorero del partido.
La gota que colma el vaso de la indecencia en toda esta mierda valenciana es que, mientras Álvaro Pérez, alias El Bigotes, sigue reclamando a la Generalitat 500.000 euros (a pesar de no haber cumplido el contrato), la propia Generalitat ha tenido que sacar a concurso el diseño, montaje y desmontaje del stand de la Comunidad Valenciana en 18 ferias nacionales e internacionales en los años 2010 y 2011 (nueve cada año). El importe global es de 610.160 euros.
Lo curioso es que los cinco eventos que durante cinco años consecutivos se adjudicaron a Orange Market, la filial valenciana del caso Gürtel, por un coste de 915.820 euros. La adjudicación a Orange Market incluía las ferias Fitur (Madrid), TCV (Valencia), Expovacaciones (Bilbao), SITC (Barcelona) e Intur (Valladolid). La adjudicación por año ascendía a 915.820 euros. Tras la celebración de Fitur, estalló el caso Gürtel, lo que impidió que Orange Market cumpliera con la totalidad del contrato. La vergüenza no impide, sin embargo, que tanto El Bigotes como la Agencia de Turismo estén negociando para ver si le deben dinero o no al amiguito del alma de Camps.

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