No entiendo la espiral en la que han entrado los políticos. Parecen estar jugando al juego de "a ver quién suelta la burrada más gorda".
La carrera empezó con José Bono (PSOE) llamando "hijos de puta" a los de su propio partido (un insulto muy extendido entre los políticos). Después, llegó Esperanza Aguirre (PP) llamando "miserables y bellacos" a los que la criticaron por salir corriendo de Bombay. Pero llegó Pedro Castro (PSOE) y llamó "tontos de los cojones" a los votantes de la derecha (curiosamente los votantes del PP se dieron por aludidos). Joan Tardà (ERC) tomó el relevo gritando "Muerte al Borbón". El último en soltar un exabrupto ha sido Manuel Fraga (PP) quien ha dicho que habría que "ponderar a los nacionalistas colgándolos de algún sitio".
Y yo me pregunto (ya sé que es una pregunta tonta): "¿Dónde tiene la educación nuestra clase política?". En la boca, desde luego, no.
PD: y ya que estamos; ¿por qué el PP no pide ahora la dimisión de Fraga?
2 comentarios:
Pues mira, ya que me lo pones en bandeja, yo pido la dimisión de todos los políticos que tenemos actualmente en plantilla.
Y a partir de ahora, el primero que pierda la compostura, a la calle. Eso sí, para ocupar el cargo deberá demostrar que es algo más que un mero político...
Yo te secundo, que tenemos cada elemento suelto por ahí...
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