Ante las protestas de los trabajadores de Canal 9 contra Alberto Fabra por el cierre de la televisión pública, el presidente valenciano, fiel a la tradición cobarde de los dirigentes del PP (véase Rajoy), decidió parapetarse detrás de la policía. De visita en Xàtiva se estableció un perímetro para que el Molt(íssim) Honorable president estuviera a salvo de las protestas. Pero nadie previó que había un colegio en la zona. Nadie previó que a esa hora los niños estarían en el patio. Nadie previó que los niños también lanzarían consignas contra Fabra.
La reacción del Gobierno valenciano fue inmediata. Se envió a la policía al centro para hacer que los niños callarán. No solo eso. La consellería de Educación ha abierto expediente contra el colegio Taquígraf Martí, que era el colegio desde el que los niños pidieron el regreso de Canal 9. La consellera de Educación afirma que los niños no deben ser utilizados políticamente en horario lectivo. Y en eso estoy de acuerdo. Por eso no entiendo fotos como la que sigue, del propio Alberto Fabra.
Por otro lado, ¿qué mensaje se está viendo a los niños que protestaron? Un mensaje muy peligroso consistente en que solo los que obedecen y callan reciben premio; que los que protestan y alzan la voz reciben castigo. Y así, nunca podremos tener esa sociedad de gente crítica con los que mandan, como debería ser.
2 comentarios:
Que pregunte Fabra a los padres de esos niños donde han escuchado los gritos que le regalaron.
Fabra lo que debería hacer, si quiere dejar de escuchar gritos contra él (de ciudadanos, trabajadores o niños) es anteponer los intereses de los valencianos, no los de su partido y sus luchas internas.
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