Ángel Gimeno, ¿socialista?

Mientras Trinidad Jiménez y Tomás Gómez inician su particular lucha por ser el candidato del PSM a la presidencia de la Comunidad de Madrid, existe un tercer candidato al que se está prestando poca atención, quizá porque no será otra cosa que un candidato. Es Ángel Gimeno.
Lo primero que llama la atención de su discurso es su beligerancia contra Zapatero. La crítica es legítima, por supuesto. Dentro del partido también existe la crítica contra Zapatero y no todos estamos contentos con la política, sobre todo económica, de Zapatero. Pero la beligerancia con la que se expresa Gimeno, al menos en sus escritos, no deja de ser curiosa.
Más curioso me resultó cuando vi en Libertad Digital un enlace a una entrevista que César Vidal le realizó en mayo de este año. No suelen prodigarse los medios de una tendencia en entrevistar a políticos de otra tendencia. En la entrevista se puede ver por qué César Vidal le tiene tanto aprecio a Ángel Gimeno. Y es que, soltando perlas como (la negrita es mía): "Yo no lo creo así, porque soy de los que cree que el PSOE tiene que subsanar el error de haber permitido que un grupo de masones ignorantes, con la colaboración de Asociaciones radicales y de las ministras más ignorantes en la Historia de España, se permitieran realizar ejercicios de Ingeniería social sobre la sociedad española como ningún Gobierno de Europa se había atrevido jamás a tan siquiera insinuar"; es normal, que este hombre le haga tilín a los medios de la derecha. La ultraderecha parece estar encantado con él. y es que claro, todos sabemos que entre el original (el PP) y la copia (Ángel Gimeno y compañía), la ciudadanía va a elegir el original. Los valencianos y valencianas de izquierdas estamos harto de verlo en nuestra comunidad.
Repito una vez más: la crítica es legítima y necesaria en cualquier partido político. Pero esa crítica deber ser razonable y no estar en manos de chalados (sólo con su afirmación sobre los masones, Gimeno demuestra estar igual de chalado que gente como César Vidal, Pío Moa o Jiménez Losantos, que ven masones conspiradores por todas partes). Rosa Díez se atrevió a pedir el voto para el partido contrario del que le pagaba (y al que se suponía que representaba). Acabó fuera del partido y montando su propio chiringuito. Quizá Ángel Gimeno debería hacer lo mismo. Porque con su actitud lo único que hace es desprestigiarnos a los verdaderos socialistas críticos.