La homosexualidad y el cine estadounidense no se llevan muy bien. A pesar de éxitos como Philadelphia, Brokeback Mountain o Mi nombre es Harvey Milk.
La semana pasada se estrenaba en nuestro país Phillip Morris: ¡Te quiero!, una comedia protagonizada por Ewan McGregor y Jim Carrey. La película ya se había visto en 2009 en festivales como el de Sundance o Cannes. Pero la distribuidora se echó atrás en su intención de estrenarla en Estados Unidos. Al parecer, ciertas escenas no gustaron mucho a los productores, a pesar de que la película cosechó muy buenas críticas. Por fin, la película se estrenará en Estados Unidos este otoño.
La película es una comedia romántica sobe dos hombres que se conocen en la cárcel e inician una relación amorosa. Muchos no han dudado en declarar que la razón del retraso se debe a su contenido gay, lo cual ha acabado despertando el fantasma de la homofobia en la industria cinematográfica estadounidense.
Casualidades de la vida o no, este asunto ha coincidido con la paralización de las bodas homosexuales en California, que habían sido reanudadas y autorizadas por un juez después de que hubiesen sido ilegalizadas en referéndum en 2008.
jueves, 19 de agosto de 2010
La homosexualidad y Hollywood
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