Cuando se ilegalizó Batasuna y todas sus otras marcas y listas contaminadas no me quedó clara una cosa: ¿se estaba ilegalizando a un partido que apoyaba a unos asesinos o se estaba ilegalizando unas ideas? Lo digo porque ahora todo el mundo se está llevando las manos a la cabeza porque Eusko Alkartasuna (EA) y la "izquierda abertzale" parezcan ir juntos.
Realmente, la izquierda abertzale y sus simpatizantes votarán y apoyarán a alguien en las últimas elecciones, aunque les quiten a sus representantes naturales. Si se van ilegalizando cada vez más partidos, llegará un momento en que sólo existirán dos partidos: PP y PSOE; veremos entonces si están tan ágiles para autoilegalizarse.
En alguna ocasión ya he hablado de mi opinión sobre la Ley de Partidos, una ley absurda que nació para ilegalizar a un sólo partido. Y eso provoca situaciones como las que se están viendo en el País Vasco, donde en cuanto sale una lista apoyada por la izquierda abertzale (término muy genérico que engloba a independentistas que apoyan la violencia e independentistas que la rechazan, que haberlos también los hay) ya se debe ilegalizar. Y eso, en mi pueblo, no se llama democracia.
lunes, 28 de junio de 2010
EA: nuevo objetivo
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