sábado, 7 de marzo de 2009

El Che, según Soderbergh

Habiendo visto ya las dos películas sobre la vida del revolucionario Ernesto "Che" Guevara realizadas por Steven Soderbergh y protagonizadas por Benicio del Toro (aparte de un rosario de conocidos secundarios en ambas películas) me dispongo aquí a realizar una de mis habituales breves reseñas cinematográficas sobre ambas.



La primera, Che, el argentino, tiene por protagonista absoluto al revolucionario, como no podía ser de otra manera. La película avanza por diversos acontecimientos de su vida, desde que viaja a Cuba para iniciar con Fidel Castro la revolución cubana hasta que pronunció su discurso en las Naciones Unidas, una vez ya asentados los revolucionarios en el poder.

Se trata de mostrar las luces y sombras sobre el personaje y sobre su mito, pero se muestran más luces que sombras. Quizá se idealiza demasiado su figura (para el recuerdo queda la última escena, un resumen perfecto de lo que se quiere transmitir con respecto a la figura del Che).

Tiene además, para que no se aburran los más escépticos del cine biográfico, multitud de escenas de acción de combates, puesto que se nos muestra una revolución, la cubana, que ya sabemos cómo va a acabar.

La segunda parte, Che: guerrilla, estrenada en nuestro país recientemente, es más psicológica. Se centra exclusivamente en su último año de vida, cuando tras una desaparición enigmática, reaparece en Bolivia, donde pretende llevar a cabo una revolución al estilo de la cubana.
Aquí ya no vemos a un Che tan idealizado como en la primera película. Es más humano. También la película se aleja de su figura para mostrarnos al conjunto de guerrilleros que le acompaña (en ocasiones, incluso se pierde de vista al Che). Todos ellos, personas perdidas en mitad de la jungla. Su desesperación, la desesperación de un sueño que no se va a cumplir, nos es transmitida a los espectadores de una forma casi angustiosa. La película consigue transmitirnos ese desasosiego (e incluso ahogarnos, como en las escenas del asma del Che). Incluso podemos percibir que, en los esporádicos combates, los guerrilleros sufren heridas de verdad, no como en cualquier película bélica (incluida Che, el argentino) en la que las personas alcanzadas por las balas simplemente caen al suelo.
Al contrario que en la anterior, abunda el pesimismo hasta en los encuadres.


En definitiva, Steven Soderbergh aprueba con buena nota en este proyecto tan ambicioso como complicado. Son dos películas diferentes, pero sólo pueden entenderse en conjunto, ya que una complementa a la otra. Benicio del Toro está soberbio interpretando al Che. La aproximación a la figura y el mito del revolucionario está muy lograda y es bastante realista. De lo mejorcito que uno puede ver en cine biográfico.

6 comentarios:

dezaragoza dijo...

Lo malo de los símbolos es que acaban siendo más importantes que la idea que querían aportar. Qué pena.

Kurtz dijo...

Sí, eso pasa muchas veces. Por eso, Soderbergh trata de alejarse del misticismo del Che. Y lo consigue bastante bien, sobre todo en la segunda película.

Jove Kovic dijo...

Vi la primera hace unos meses y la verdad es que no me gustó demasiado, no es que se muestren más luces que sombras, es que se hace pasar por santo a un hombre, muy carismático y con altos ideales, pero un hombre. Además, no fue ni un buen jefe militar ni un buen administrador, cosa que se empeña en demostrar Soderbergh, tan amigo de los tópicos y los planteamientos maniqueos como siempre.
Ya va siendo hora que se empiece hablar de Camilo Cienfuegos, el verdadero héroe de la Revolución.
Salut i Repùblica!

Kurtz dijo...

Pues en la segunda muestra al Che como un hombre, igual que al resto de revolucionarios que le acompañan (quizá precisamente por el fracaso de la revolución en Bolivia).
Salut i Repùblica.

winfried dijo...

Ahora si, sacarle peliculas a asesinos balurdos...!

Hace unos dias, Benicio estuvo en Caracas, agarradito de la mano con Chavez, parecian novios, celebrando esta pelicula.

Kurtz dijo...

Deduzco por tu comentario que no estás de acuerdo con que se haga una película sobre el Che. A mí la verdad es que no me parece mal. El Che es un personaje histórico, independientemente de que se esté de acuerdo o no con sus ideas o con su forma de actuar.
En cuanto a lo de Benicio, a mí personalmente me da igual las filias políticas de un actor. Me interesa más su trabajo en las películas que haga. Por cierto, igual que Benicio, estuvo con Chávez Sean Penn, el cual se llevó el Oscar al mejor actor en la última ceremonia.