viernes, 6 de marzo de 2009

De nuevo, la venganza como Justicia

Ameneh Bahrami, es una mujer iraní que reside en nuestro país desde que en su país de origen, un hombre al que ella se atrevió a rechazar, le quemó la cara con ácido. Aquí cobra una pensión y recibe tratamiento médico para las heridas y la vista. Ahora, la Justicia iraní le permite, gracias a la Ley del Talión, que ella pueda quemarle con ácido, un ojo a su agresor.
Y ahora cabría preguntarse si esto es Justicia. Esto del "ojo por ojo" (que en este caso no se cumple, pues ella sólo podrá quemarle un ojo a él), ¿no era lo que pedían los defensores de la cadena perpetua a raíz del caso de Marta del Castillo? Supongo que entonces, estarán de acuerdo con la Justicia iraní. O igual ellos son un país de bárbaros y nosotros somos los civilizados.
Ya lo he dicho antes y lo mantengo: la venganza no es Justicia, por mucho que nos duela el delito. Si no, reconozcamos que lo que queremos es aplicar aquí la Ley del Talión y punto.
Yo, por mi parte, pediría que si esta mujer viaja a Irán para torturar a su agresor, se quede allí.

5 comentarios:

Beatriz Fernández dijo...

"La venganza no es justicia", totalmente de acuerdo. Entiendo perfectamente que tanto la familia de Marta del Castillo como esta mujer estarán muy afectados por lo que les ha pasado, pero la solución no es ni la cadena perpetua ni la ley del Talión...aunque quizás la solución tampoco sea que los culpables cumplan su castigo, porque tal y como está la justicia...sí que se deberían cambiar algunos castigos, quizás endurecerlos, pero de ahí a lo que están pidiendo...me parece excesivo...

dezaragoza dijo...

Pues yo no veo relación entre una sentencia y otra, la verdad. Si la mujer quema con ácido al cabrón, el cabrón queda suelto y puede volver a quemar con ácido otra cara.
Si un asesino es recluído no puede volver a matar. Y la libertad dada tan fácilmente hoy en día con la idea de reinserción es algo que se debería ganar.

Un asesino en cadena perpétua tiene aún la posibilidad de ser reinsertado y de que se le reduzca la pena, pero ganándoselo y simepre de acuerdo con informes psicológicos y psiquiátricos bien fundamentados. Y luego con un seguimiento riguroso por algunos años. Ser buenos es una cosa y ser tontos otra muy diferente.

Kurtz dijo...

Beatriz Fernández: estoy de acuerdo en que algo deben endurecerse ciertas penas. Pero no lo que muchos quieren de legislar "en caliente".

Dezaragoza: pues yo no estoy de acuerdo con ninguna de las dos sentencias, ni con la Ley del Talión ni con la cadena perpetua. Prefiero que se gaste dinero público en la reinserción de presos que en tenerlos toda la vida encerrados en la cárcel a costa del Estado.

ender dijo...

Pues yo estoy completamente de acuerdo con dezaragoza.

Un parricida en cuanto mata a sus padres ya ha acabado con toda su espiral de violencia, probablemente no vuelva a delinquir jamás.......sin embargo, no creo que sea conveniente soltarlo después de veinte años como si tal cosa.

Kurtz dijo...

No, no es conveniente ni justo soltarlo a los veinte años, pero tampoco creo que deba pasar toda su vida en la cárcel porque, desde mi punto de vista, no es Justicia.