"Si tan siquiera un sólo joven musulmán se une a la Guerra Santa y mata a un sólo estadounidense, la culpa será de Brian De Palma".
"En la Segunda Guerra Mundial, Roosevelt, un icono liberal, habría enviado a prisión a De Palma".
"Si un sólo cine proyecta la película de De Palma, pediré a todos los veteranos de guerra que se manifiesten en la puerta de su sala".
"Gracias, De Palma, por los futuros soldados que morirán a manos de Al Qaeda".
¿Qué ha podido hacer Brian De Palma para recibir estas encendidas "críticas", que más bien son descalificaciones e insultos? ¿Violar y asesinar a una niña? ¿Dirigir la última alocución televisada de Ben Laden? No; simplemente dirigir una película. Redacted (cuyo título hace referencia a los documentos que vienen de una guerra y han de ser censurados previamente).
Dudo que muchos de esos pseudocríticos hayan visto la película de De Palma, una película en la que se nos muestra el lado más embrutecedor de la guerra, de cualquier guerra, en la que los jóvenes son la carne de cañón que la alimenta. El mensaje de la película no es "Matad a los malvados soldados estadounidenses", sino "Acabad con las guerras que sólo traen dolor y deshumanización".
La película trata la historia de un grupo de soldados estadounidenses que, para vengar la muerte de un compañero muerto en un atentado de la insurgencia iraquí, violan y asesinan a una niña musulmana y después asesinan al resto de su familia. Entendería (que no comprendería) las críticas con las que he abierto el post si fuera un argumento ficticio. Pero la película está basada en hechos reales. Como dicen las frases promocionales de la película, esta es "la película que Bush no quiere que veas", ya que "la primera víctima de la guerra es la verdad". Después cae la humanidad de los soldados y los propios soldados (algo que también nos mostró Robert Redford en su última película).
Por último, señalar que de Palma no es el primero en criticar la guerra contra el terrorismo (y esperemos que no sea el último): Michael Moore (Fahrenheit 9/11), Michael Winterbottom (Camino a Guantánamo), Robert Redford (Leones por corderos), Robert Greenwald (Al descubierto: guerra en Iraq)...
Pues eso, que De Palma no sea el último en cometer el "delito" de rodar una película crítica.
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8 comentarios:
Les duele que les escupan las verdades en la cara, no vaya a ser que alguno despierte de su letargo y pierdan el poder..
En fin..
Nunca les ha gustado la critica desde el interior, no admiten que uno de los suyos, pueda ni tan siquiera dudar de lo que es oficial de cara al exterior.
Vi este fin de semana una de la películas que nombras, "Leones por corderos" y me ha gustado, son tres formas de ver un mismo problema, en este caso la guerra de Afganistan
Saludos.
(Si cambias De Palma por George Bush en las frases iniciales de este post transformas el absurdo en acierto).
Los neocons o neoconservadores están, desde Bush en adelante, en su etapa de esplendor. Basándose en la supuesta superioridad moral de los EE.UU. adoptan una política exterior agresiva e intransigente, intransigencia que alcanza su cénit en su percepción del islamismo. En lugar de considerar a los terroristas como fenómenos aislados dentro de una religión que es numerosísima, tiene entre 1.000 y 1.800 millones de fieles, confunden islamismo con fundamentalismo islámico y todos los musulmanes son, para ellos, sospechosos.
Y ese es el pecado de Brian de Palma, el haber dado vuelta la tortilla y mostrar no solo como inocente y pacífica a una familia musulmana, sino que muestra a un grupo de marines yanquis como a los malos. Imperdonable.
Aceptar esto. implicaría que la superioridad moral "americana" es un mito e iría contra la base misma de la política exterior neoconservadora, por eso es inadmisible. Además parece que de un tiempo a esta parte los neoconservadores han decidido presentar batalla a quienes lo critican y Michael Moore y Brian de Palma serían los primeros elegidos para dar ejemplo.
Un giro de tuerca que los regresaría a las épocas más oscuras del macarthismo.
Un abrazo.
Meri: sí, y les duele más que si les arrancasen un brazo.
Eifonso Lagares: la verdad es que nunca he comprendido porque califican de antiamericanos (en todo caso, antiestadounidenses) a los que critican a Bush, cuando muchos son estadounidenses. Yo soy un ávido devorador de libros, películas y series estadounidenses pero ello no me impide criticar lo que yo creo criticable.
Saludos.
Sergio G Rabadá: eso es lo malo, que esta gente no piensa y generaliza demasiado.
Y sí, De Palma ha mostrado a soldados estadounidenses como los malos porque el suceso fue así. Esta película podría encuadrarse en el mismo saco de las películas contra la guerra de Vietnam, que utilizaban esta guerra para dar un mensaje pacifista a base de mostrar las maldades que conlleva una guerra.
Un abrazo.
completamente de acuerdo en todo... pero, si me permitís, abriría otra línea de debate: si hay una cosa que me gusta de los yanquis es precisamente esa capacidad de autocrítica que tienen con su historia, con su política. Fijaos en Europa. Si miramos al pasado hacemos grandilocuentes frescos estilo Elizabeth, llenos de buenos y malos. Gracias a gente como Brian de Palma, creo que en los USA hay también gente genial, capaz de criticar a su país con una objetividad tremenda.
Yo creo que depende de la persona. La gran mayoría de películas estadounidenses, financiadas por los grandes estudios, están cortadas por ese patrón de "nosotros somos los buenos y los demás los malos" (ejemplo, por nombrar uno, "Black Hawk derribado", de Ridley Scott). Después están otras películas, financiadas por pequeños estudios o de forma independiente que son más críticas con ciertas políticas (algunas incluso tienen que financiarse fuera de Estados Unidos).
Es cierto que los anglosajones en general tienen una capacidad de autocrítica envidiable, pero me parece que esta no es, precisamente, la mejor época para la ironía crítica en Estados Unidos.
He oído hablar mucho y bien de la película, espero poder verla pronto.
Yo creo que la película no te defraudará, aunque depende de gustos.
Y no, no es buen momento para la crítica en Estados Unidos. Todo aquel que critica la guerra ya se puede dar por marginado.
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