Destruir para construir

En Valencia existe una tendencia a olvidar la Historia y cargarse los edificios históricos. Y no me refiero a que, por ejemplo, no existan placas que recuerden aquellos edificios que la República utilizó como ministerios cuando trasladó la capital a Valencia; sino a esos edificios históricos que pierden su valor histórico cuando el ayuntamiento quiere construir algo. Un ejemplo son las naves industriales que se verán afectadas por la construcción del Parque Central (si es que al final se construye el dichoso parque, que ya son más de veinte años proponiéndolo).

Pero quizá el ejemplo más significativo sea el edificio de Tabacalera. Veamos lo que se hará en el resto de España con sus respectivos edificios de Tabacalera:


-Málaga: Se harán pisos en los alrededores sin afectar al inmueble principal.

-Madrid: El Ministerio de Cultura ubicará en él uno de sus museos.

-Tarragona: Se prevé que la antigua fábrica albergue el Museo nacional de Arqueología.

-Sevilla: La antigua Tabacalera es sede de la Universidad.

-San Sebastián: El edificio donostiarra destinará sus 5.000 metros cuadrados a la futura Biblioteca de Euskadi.


Y así hasta once ciudades españolas que protegerán sus antiguas Tabacaleras. Valencia, como siempre a contracorriente, está haciendo esto:

Todo para poder construir pisos de renta libre. Y que le den a un edificio emblemático e histórico de Valencia construido en 1909.

Por cierto, esta noche, a las 22:15 aproximadamente, el programa Callejeros de Cuatro cumple cien programas. Y lo hará emitiendo un reportaje sobre el barrio de El Cabanyal, otro barrio emblemático de Valencia afectado por los planes urbanísticos de Rita.