Negocio contra seguridad

Todavía no ha terminado la carrera de Fórmula 1 mientras escribo estas líneas, pero ya no me importa. En realidad, la Fórmula 1 empezó a dejar de interesarme desde hace un tiempo, cuando descubrí que no era un deporte, si no un negocio. A veces, veo alguna carrera, porque no hay nada más interesante por la tele.
Escribo esto por lo sucedido en Canadá hace unos minutos. El piloto polaco Kubica ha sufrido un espectacular y dramático accidente al chocar a gran velocidad contra un muro, dando varias vueltas de campana y destrozando completamente el coche. Y mientras los médicos sacaban al piloto de su coche (afortunadamente se encuentra bien), el resto continuaban con la carrera. Incluso, la pista estaba llena de restos de los coches (han habido varios incidentes). Así es el negocio, hay que continuar por encima de los demás. Afortunadamente, como ya he dicho, a Kubica no le ha pasado nada grave. Pero debería revisarse las medidas de seguridad. Y me refiero a las de los circuitos, no a las de los coches. Pero claro, lo que importa es el dinero.
Espero que los nuevos y futuros circuitos tengan en cuenta la seguridad y no tengan puesta la vista en el negocio que les propone Ecclestone.
Por cierto, Ecclestone sigue ampliando el negocio de la Fórmula 1. Tras firmar con Camps el circuito urbano de Valencia, Ecclestone ha propuesto un circuito urbano en París que pase por los Campos Elíseos. Al final, tendremos que dejar las calles de nuestras ciudades para que pasen los monoplazas. Además, se ha amenazado a los australianos con quitarles su Gran Premio si no aceptan que se celebre de noche, cosa a la que se han negado en Australia. Por si acaso, también se ha propuesto un Gran Premio nocturno en Singapur. Y no por la vistosidad de celebrar un Gran Premio nocturno, si no para que los espectadores europeos no tengamos que madrugar para ver una carrera de Fórmula 1 en el otro lado del mundo.
En fin, mierda de negocios.