El pasado 31 de mayo se ratificó el cierre de la subestación de Patraix, cierre hecho efectivo desde el día 15, día de la explosión de un transformador.
Pero el cierre parece haber sido en falso, pues Iberdrola sigue operando allí. El pasado día 5 de mayo, un grupo de vecinos protestaba en la puerta de la subestación al ver cómo entraban varios camiones con un transformador nuevo.
No se ha aclarado aún que es lo que se está haciendo en la subestación pero, después de todas las mentiras, ¿alguien espera una respuesta? Nunca se informó a los vecinos de lo que allí se estaba construyendo, se dijo que no estaba en funcionamiento cuando era evidente que sí y se ha mentido en los dos incidentes más graves que sufrió.
Pero la culpa siempre es de los vecinos, que conste. Y en Iberdrola todos son angelitos.
Para colmo, Iberdrola afirma que en Valencia faltan, al menos, cinco subestaciones. Y que si se cierra la de Patraix, este verano, debido al uso excesivo de energía, podrían producirse apagones. Bonita forma de presionar a Rita. A partir de ahora, los valencianos debemos aprender a ser más restrictivos con la energía. Que los veranos son para pasar calor y los inviernos para pasar frío. Y no al revés.
Por cierto, y sin abandonar Patraix, hace unos días, una nueva avería en un convoy de la Línea 1 de metro en Patraix obligó a desalojar a decenas de pasajeros. Menos mal que ya están remodelando la fatídica curva de Jesús para "que no haga más ruido".
viernes, 15 de junio de 2007
Valencia unplugged
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