"Falleres i fallers, vos anime a que deseim... dejeim pasar el fred del verano, el fred de l'hivern i bosquem el caloret, el caloret faller, el caloret, sin duda, el caloret del foc i la flama, el caloret faller, tenim que buscar la llegá de... l'arribada de la festa fallera."
(Rita Barberá durante su discurso en la Cridà de las Fallas 2015, el pasado mes de febrero.)
Una vez más, Valencia vuelve a situarse en el podio más alto del ranking español. Fue después de este pintoresco discurso de la alcaldesa de Valencia en la Cridà, el acto que da comienzo a la Fallas. La alcaldesa intentó hablar en valenciano y le salió un esperpento en el que mezcla valenciano, castellano y palabras inventadas. Más allá de las chanzas y mofas que está generando el discursito de marras ha que entender una cosa: Rita Barberá está atentando directamente contra el valenciano y contra una de las señas de identidad valenciana. Y lo siento si parezco demasiado nacionalista pero solo los valencianos (esa desgraciada mayoría que aplaude todo lo que la derecha hace en estas tierras) podían encontrar gracioso que la alcaldesa de la capital destroce el valenciano.
Ana Botella, alcaldesa de Madrid, destrozó públicamente el inglés con otro discurso esperpéntico cuando presentaba la candidatura de su ciudad para albergar los Juegos olímpicos de 2020 (destacando el famoso relaxing cup of café con leche). Algo que quizá se lo contagiara su marido, a juzgar por el inglés de Aznar. Pero hasta cierto punto, eso puede ser risible. A fin de cuentas el inglés no es un idioma oficial o cooficial ni en España ni en Madrid, aunque no nos vendría nada mal un mayor conocimiento del idioma a los españoles. En el caso de Rita Barberá tenemos que intenta hablar una lengua cooficial, la valenciana, y demuestra a las claras que no sabe hacerlo, con lo cual acaba empastrándolo todo (vaya, yo también acabo de marcarme un Rita Barberá con esta frase).
Alberto Fabra, presidente de la Generalitat, hace tiempo ya reconoció que no sabía hablar valenciano correctamente y que estaba tomando clases para mejorarlo. Resulta significativo, y hasta chocante, que los líderes conservadores valencianos hayan destacado por su nulidad a la hora de hablar la segunda lengua de la comunidad en la que gobiernan. El caso de Rita Barberá es particularmente sangrante teniendo en cuenta que es alcaldesa de Valencia desde 1991.
Lo más curioso es que, de cara al electorado, siempre se ha identificado con la defensa de la identidad valenciana. Los conservadores siempre han aparecido de cara a la ciudadanía como los únicos capaces de frenar al nacionalismo catalán que quiere invadirnos, frente a la izquierda, que es tildada de catalanista, con o sin razón. El PP tuvo esta vía libre tras fagocitar a Unión Valenciana, y ante la pasividad de la izquierda (mayoritariamente el PSPV-PSOE, que en temas nacionalistas siempre intenta nadar entre las aguas nacionales y las regionales).
Y así llegamos hasta la actual situación, en la que el PP es capaz de aprobar una ley para proteger las señas de identidad valencianas. Que se haga en año electoral es pura casualidad. Que Rita Barberá haga el ridículo destrozando la lengua valenciana (una de esas señas de identidad valenciana) también es casualidad, quizá un lapsus. Y que María José Catalá, actual consellera de Educación, Deportes y Cultura, dijera en 2011, siendo alcaldesa de Torrent, que tenía el defecto de hablar en valenciano también es una casualidad.
Y sí, este post está escrito en castellano.
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