Unas 500 personas en una barcaza tratan de llegar a las costas europeas (en este caso, italianas) para poder tener una vida que en sus países de origen no pueden tener. En la barcaza van desde niños hasta mujeres embarazadas; gentes de todas las edades. La embarcación empieza a arder. Hasta tres pesqueros pasan de lago, sin socorrer a los emigrantes que se dirigen a una muerte segura. Más de cien personas han fallecido, y más de doscientas permanecen desaparecidas.
Para ellos, el futuro es Europa. Pero en Europa , en países como Italia o Francia, está penado el ayudar a inmigrantes. En España tenemos los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE). Y eso por no hablar de las bandas ultraderechistas, profundamente xenófobas y racistas, que se dedican a ir de cacería contra los inmigrantes cada cierto tiempo.
Lo que ha pasado en Lampedusa es una vergüenza. Pero no pasa nada: hoy es el Día Mundial de la Sonrisa.
Hace unos años escribí este post. Creo que ese texto sigue vigente hoy día. Y añadiría algo más: "Ojalá tengamos más sentido humano". Algún día.
viernes, 4 de octubre de 2013
La muerte se instala en las costas europeas
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