martes, 14 de mayo de 2013

"La corrupción generalizada, en España, está dentro del Partido Popular"

La entrevista que hoy publico es la que le realicé hace unos días a Eduardo Cots, de Republicanos. Con él charlé de la posible futura república y de la situación actual de España y de Valencia:

Kurtz: Para empezar, preséntate:

Eduardo Cots: Soy Eduardo Cots; soy miembro del comité federal de la Federación Republicanos de España. Llevo absolutamente toda mi vida metido en partidos políticos y movimientos sociales porque creo que es imprescindible.

K.: ¿Qué proponéis desde Republicanos para solucionar el tema de la crisis?

E. C.: La crisis no es una crisis económica normal; es una crisis del sistema capitalista. Nuestra propuesta es cambiar el sistema económico. Somos partidarios de una república federal y social; somos partidarios de eliminar y nacionalizar los sectores estratégicos de la sociedad; y sobre todo somos partidarios de crear una banca pública que financie los proyectos de la pequeña y la mediana empresa que, concretamente en España, crea el 92% de los puestos de trabajo.

K.: ¿Y para solucionar un problema que se está mostrando endémico en España como es la corrupción?

E. C.: Ese problema, personalmente, creo que tiene una solución muy fácil: simplemente incluir en la ley electoral la obligatoriedad de renunciar al acta de concejal, de alcalde o diputado de cualquier persona que esté involucrada en cualquier caso en investigación judicial. También he de decir que la corrupción en España está muy localizada en dentro del Partido Popular. El Partido Socialista tiene casos concretos de corrupción, como los EREs de Andalucía. Izquierda Unida prácticamente ninguno, pero puede tener algún caso. Pero son casos aislados, concretos, que hay que investigar, juzgar y condenar. Pero la corrupción generalizada, en España, está dentro del Partido Popular. No lo olvidemos.

K.: ¿Cómo responderías a las personas que dicen que un partido como Republicanos u otros similares que tienen como eje central pedir una república para España, cómo responderías a la gente que dice que estos partidos solo se preocupan única y exclusivamente de cambiar la monarquía por la república?

E. C.: Creo que lo he comentado al principio, nosotros somos un partido político no capitalista. Evidentemente, la forma de Estado es absolutamente imprescindible que cambie, simplemente por limpieza y decencia democrática. Pero aparte, nosotros somos partidarios de un sistema económico mucho más social. Nosotros estamos en contra del capitalismo, estamos en contra de que determinadas grandes empresas tengan ciertos beneficios, como la banca o la telefonía, basados exclusivamente en el aprovechamiento de un bien común. Nosotros no nos preocupamos solo por cambiar el modelo de Estado; creemos que cambiar la forma del estado es imprescindible, pero después de ese cambio, lógicamente, van ligadas medidas económicas tendentes a la socialización.

K.: Antes has comentado que la corrupción está localizada, sobre todo, en el Partido Popular. ¿Por qué existe la sensación de que está muy generalizada y de que todos los políticos son iguales?

E. C.: Eso es una campaña de los sectores no democráticos españoles. Incluyo en los sectores no democráticos españoles a un sector importantísimo de la prensa que lo que más le interesa es generalizar la porquería. Cuando se dice "todos los políticos son iguales", primero de todo, se está mintiendo. Lo que hay es mucho políticos sinvergüenza, mucho político, y perdón por la expresión, canalla, pero hay mucho político decente. A la derecha antidemocrática, a la derecha mediática, no le interesa hacer esa diferencia. Le interesa que, como son ellos los que tienen la mayoría de casos de corrupción, poner el ventilador en marcha para salpicar a todos. Hay que llevar muchísimo cuidado con el discurso antisindicato y antipolítico que se está haciendo en España. Podemos caer en la conclusión de que "Bueno, si son todos iguales, pues viva Franco, viva Mussolini". No. No son en absoluto todos iguales. Si nos fijamos, los casos de corrupción están mayoritariamente dentro de la administración pública de derechas.

K.: ¿Habrá Felipe VI?

E. C.: Sí, por supuesto. Felipe VI habrá. Lo que tenemos que tender, y estará de acuerdo conmigo cualquier militante de izquierdas, es que la duración del reinado de Felipe VI sea lo más corta posible. No vamos a ser tan ingenuos de creer que en uno o dos años vamos a conseguir convencer a la mayoría social de España de un cambio en la forma de Estado. Pero lo que sí que tenemos que hacer es empezar a crear el caldo de cultivo para que Felipe VI dure lo menos posible.

K.: ¿Cómo entendéis que se tiene que dar ese cambio de mentalidad en la gente para que quieran una república?

E. C.: Creo que es bastante fácil. Lo primero es que tendría que haber democracia en los medios de comunicación. Cuando a empezado a abrirse un poco la mano sobre la monarquía, inmediatamente la popularidad ha ido bajando. ¿Por qué? porque el sistema monárquico es un sistema, de forma coloquial, sinvergüenza; de forma más culta, es un sistema absolutamente antidemocrático. en el momento en que han empezado a salir a la luz pública toda la vida de esta gente, la popularidad ha bajado. Ahora estamos hablando de Urdangarin, de su mujer, de un primo de Juan Carlos, de la herencia del padre del rey Juan Carlos, de millones de pesetas, de una posibilidad de que el jefe del Estado tenga una cuenta en otro país por la que no cotice a la Hacienda pública. Cuando todo eso pasa es cuando desciende la popularidad. En el momento en que hay libertad, la monarquía desaparece.

K.: ¿Cómo entendéis vosotros que debe darse la transición de una monarquía a una república? ¿Cómo la plantearíais vosotros?

E. C.: La transición se puede dar de varias formas. La que nosotros proponemos es una transición pacífica, lógicamente; es una transición en la que logremos convencer a la mayoría social de este país de que la monarquía es un sistema obsoleto. Y a partir de ese momento, ya veremos cómo lo hacemos. En el año 31 el cambio del sistema monárquico a la Segunda República vino por unas elecciones municipales. No siempre tiene que ser todo de la misma manera. Justo en el momento en que la mayoría social del país considere que la monarquía ya no le es útil, al minuto siguiente se consigue acabar ella.

K.: En ocasiones he oído hablar del proceso constituyente. Cuenta un poco en qué consistiría o cómo se desarrollaría o impulsaríais desde Republicanos.

E. C.: Nosotros estamos en contra de la Constitución del 78. Consideramos que el marco jurídico que nos impone a todos los españoles es como un corsé muy apretado. Nosotros consideramos que esta Constitución no tiene ni justificación democrática, porque fue aprobada en un momento muy concreto en el que existía miedo; y luego hubo una dejación por parte de la izquierda, que abandonó algunos postulados, exclusivamente por miedo. Consideramos que ese miedo no existe, gracias sobre todo al sistema demográfico español, que la inmensa mayoría de los 47 millones de españoles no vivió aquello, no tiene ese miedo. Nosotros consideramos que esta Constitución simplemente se ha de eliminar. Un proceso constituyente es exactamente lo mismo que se hizo en los años 70 solamente que hacerlo ahora, crear una asamblea constituyente, elegida democráticamente, que ponga la cimentación para una Constitución verdaderamente democrática y que no sea como fue la Transición. En la Transición se pasó de un sistema en el que predominaban las grandes familias económicas y los militares a un sistema en el que solamente gobiernan las grandes familias económicas. Nosotros queremos que la nueva transición sea desde este sistema que gobiernan los sectores económicos potentes a un sistema en que todas las acciones sean encaminadas a dar los derechos al pueblo. Y para eso la Constitución del 78 no es válida.

K.: ¿Hay un clamor de la gente pidiendo esa república?

E. C.: Evidentemente no hay ningún clamor popular solicitando la instalación de la república. Pero como he comentado antes, lo que nosotros queremos para que se dé ese clamor es libertad. Libertad significa que en todos los sitios podamos expresarnos. Esa libertad conlleva la abolición de la monarquía. Ahora, si no nos permiten participar en determinados medios de comunicación, si tenemos problemas para hablar de república o monarquía, entonces es mucho más difícil. Cuando consigamos convencer al Partido Socialista de que deje de traicionar a sus principios republicanos, a partir de ese momento, será mucho más fácil.

K.: ¿Crees que el hecho de que ahora haya gente, o más gente que antes, pidiendo la república se debe a los escándalos que están saliendo? ¿Esos escándalos los conoceríamos si ahora no estuviéramos en la situación de crisis y de corrupción en casi todos los estamentos públicos?

E. C.: Evidentemente el hecho de que todas estas cosas se estén conociendo es porque después de treinta y cinco años, al sistema monárquico le resulta imposible tapar a toda la prensa. Tiene atada, o amordazada, a la inmensa mayoría; ha habido una autocensura en todos estos años. Pero en el momento en que se deja entreabierta la puerta sale toda la porquería y toda la corrupción que existe alrededor. Evidentemente, toda esa corrupción de Urdangarines y compañía es lo que hace que la gente se dé cuenta de qué significa una monarquía. Evidentemente, esto nos está beneficiando a los que propugnamos la abolición de la monarquía. Pero no solamente queremos que llegue la república por lo negativa que es la monarquía, sino que por lo que queremos que llegue es porque la gente se dé cuenta de lo positivo que es un sistema republicano.

K.: Hay gente que puede decir que las dos anteriores repúblicas no acabaron bien, y extrapolando eso, pueden pensar que una tercera tampoco acabará bien. ¿Una tercera república podría ir bien en España?

E. C.: Primero de todo, si nos vamos a la más cercana, que fue la segunda, no acabó ni bien ni mal, sino simplemente dieron un golpe de Estado fascista. Lo que habrá que preguntarse entonces es por qué hay que culpar a la Segunda República de que alguien dé un golpe de Estado fascista. Habrá que culpar a los fascistas, no al sistema político. Pero luego aparte es que simplemente por decencia democrática el sistema político más justo es la república. Nadie se plantea decir que la monarquía que pueda existir en un país sea justa o injusta por el hecho de que haya una situación económica buena o mala. Nadie se plantea que la monarquía pueda ser justificable porque exista una situación económica boyante. La monarquía es un sistema injusto, antidemocrático y que simplemente tenemos que luchar contra ella.

K.: ¿En una república cabría gente de derechas?

E. C.: Si acabamos de decir que la república es el sistema más democrático que existe, lógicamente en un sistema democrático cabe gente de todo el mundo. Nosotros no somos como los monárquicos que te obligan a ser monárquico. Tú puedes ser lo que quieras, propugnar lo que quieras. Otra cosa es que nosotros no seamos solo republicanos. Nosotros somos republicanos y de izquierdas. Lo que queremos es que la mayoría social del país se dé cuenta de que nuestras propuestas de izquierdas son las más convenientes. Evidentemente, en caso de que no lográramos convencer a la mayoría y la mayoría considerara que debería gobernar un partido de derechas, pues gobernaría.

K.: Te voy a nombrar una serie de problemas políticos que ha tenido, o tiene, Valencia, y tú me comentas cómo desde Republicanos los afrontaríais: En primer lugar, el tema de la corrupción institucional y política.

E. C.: Ese es un problema que padecemos los valencianos, pero también lo padece el actual presidente de la Generalitat. Creo que se está comportando de una forma cobarde. Él llegó a la presidencia de la Generalitat y se encontró con que en su grupo parlamentario había diez diputados imputados. Él tenía tres posibilidades: Seguir como estaba con Camps. Es decir, con Camps seguían a su libre albedrío. La segunda opción era no darles puestos directivos; y la tercera opción era expulsarlos del grupo parlamentario. él ha optado por una de las formas más cobardes, que es "No te dejo que seas un cargo directivo, pero te dejo que sigas dentro de mi grupo parlamentario". ¿Cómo se soluciona eso? Facilísimo: El diputado que esté imputado en una investigación obligatoriamente queda en suspenso su acta de diputado hasta que salga una resolución judicial.

K.: Los gastos que ha tenido la administración valenciana en grandes eventos y en grandes construcciones, ¿son justificados o no? ¿Cómo se podrían solucionar los problemas que ahora generan?

E. C.: La política de grandes eventos de la Generalitat valenciana yo creo que se estudia en todo el mundo como una política absolutamente nefasta e ineficaz para el bien de los valencianos. Nosotros estamos a favor de, por ejemplo, la Ciudad de las artes y las Ciencias. Lo que no estamos es a favor del sobrecoste brutal que ha tenido la construcción de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y adonde ha ido ese dinero. La política de grandes eventos estaría fabulosa, yo sería partidario de un Gran Premio de Fórmula 1 si aquí en Valencia tuviéramos una Sanidad maravillosa donde se cubriera a todo el mundo, donde los fármacos fueran gratuitos, donde la Educación pública alcanzara al cien por cien de la gente, cuando no hubieran barracones donde estudiaran los chavales, cuando tuviéramos unos jardines maravillosos en toda la ciudad. Cuando tuviéramos cubierto el cien por cien de todo, si además sobra dinero, pues jugamos a la Fórmula 1. Pero lo que no tiene sentido es que haya personas que necesitan muletas y tienen que pagar parte o la totalidad de esas muletas y mientras tengamos que mantener aquí a Bernie Ecclestone o a Fernando Alonso o a gente así.

K.: Un suceso muy trágico que vivió Valencia fue el accidente de metro. ¿Desde Republicanos qué pensáis de lo que sucedió y de cómo se gestionó?

E. C.: Yo creo que es gracioso que por lo visto el único acusado de alguna manera fue una de las personas fallecidas. Nadie tuvo culpa de la situación, nadie sabía si la línea era segura o no, nadie sabía si esos trenes eran seguros o no, nadie supo nunca nada. Y el único culpable es el maquinista, que casualmente ha muerto. Tú tienes mucha más información que nosotros sobre eso, y creo que esa pregunta podrías contestarla tú mejor que yo. Lo que sí que podemos decir es que si se confirma lo que tú adelantabas en tu libro y lo que ha salido últimamente publicado de que Cotino ofreció trabajo o prebendas a familiares de víctimas a cambio de un silencio, de estar calladitos o de moverse poco, simplemente caeríamos en la vergüenza personal más absoluta de este señor.

K.: Otro tema que tampoco está solucionado es el del Cabanyal. ¿Vosotros qué opináis y qué se podría ofrecer como solución o alternativa?

E. C.: El problema del Cabanyal, o mejor dicho, el problema que han creado las administraciones del PP en el Cabanyal es vergonzoso. Durante años se han negado a conceder licencias de rehabilitación de edificios. Personas que tenían su casa allí y que querían hacer pequeñas obras para acondicionarlas mejor, se les ha negado el permiso. Todo con vistas única y exclusivamente a construir una avenida que ya es algo obsoleto. Ese tipo de proyectos urbanísticos está obsoleto. Valencia ya tiene una llegada al mar, que es la avenida del Puerto; no tiene porqué destrozar un casco histórico como el Cabanyal para hacer una avenida y, ¿qué van hacer?, ¿edificios a derecha e izquierda?, ¿edificios para que sus amigos los promotores inmobiliarios empiecen a ganar otra vez dinero?, ¿edificios para volver a crear otra burbuja inmobiliaria? Lo del Cabanyal yo creo que también es un problema solucionable si hubiera voluntad política. Y es parar esta salvajada, dar permisos a los vecinos para rehabilitar sus casas, y subvencionar la rehabilitación de esas casas para dejar un distrito y un barrio como ha sido toda la vida: de gente trabajadora, de gente que quiere vivir con buenas condiciones, de gente que tiene la suerte de vivir en una zona histórica y al lado del mar. Desgraciadamente hay gente que busca el beneficio económico.

K.: ¿Se está privatizando la Sanidad y la Educación? ¿Qué alternativas o soluciones propondríais desde Republicanos?

E. C.: Por supuesto que se está privatizando. Es más, en mi opinión, la política económica de derechas ha sido perfecta para ello. ¿Cuáles son los únicos sectores donde todavía pueden ganar verdaderas fortunas? Sanidad y Educación. Fabuloso, a por ellos. ¿Qué proponemos nosotros? En Educación es facilísimo. Yo no prohibiría jamás la Educación privada. Pero lo que yo prohibiría es la Educación concertada. Lo que debe existir es una Educación pública que llegue a todo el mundo, que todo el mundo tenga una plaza en la educación pública, y si alguien no quiere estudiar en la Educación pública, fenómeno, que se pague su colegio. Pero que no colaboremos desde el Estado pagando colegios seudoprivados. En la Sanidad, otro tanto de lo mismo. De la Sanidad privada estoy, personalmente, en contra, pero no la prohibiría. Lo que no tiene sentido es que privaticemos determinados aspectos de la Sanidad pública: Radiografías, externalizar determinadas operaciones... Eso no tiene ningún sentido.

K.: Con respecto a la Ley de Dependencia, ¿vosotros que pensáis?

E. C.: La Ley de Dependencia nació ya bastante coja. El Partido Socialista no se atrevió a sacar una Ley de Dependencia como nosotros creemos que debe hacerse. Pero bueno, hizo algo. El Partido Popular, desde el primer momento, como gobernaba en la mayoría de autonomías, ya empezó a poner zancadillas a la aplicación de la ley. Valencia concretamente fue una de las zonas de España donde más hincapié hizo el Partido Popular por poner trabas. Nosotros somos partidarios de una Ley de Dependencia que cubra el cien por cien de las necesidades de cualquier persona que tenga una discapacitación, aunque no me gusta esta palabra. Y volvemos a lo de antes del sistema sanitario. Todo esto debe estar en los Presupuestos Generales del Estado. Tal vez, vuelvo a lo mismo, debamos usar el dinero público menos para gastos militares, menos para subvencionar a compañías eléctricas y más para leyes como la de la dependencia.

K.: ¿Sobre el aborto qué opináis en Republicanos?

E. C.: La Ley del Aborto es lo más vergonzoso que ha hecho un Gobierno en los últimos años.  Lo que pretende hacer Gallardón es simple y llanamente encarcelar a personas por ejercer un derecho. Si no ejerce ese derecho, se está encadenando a personas a tener hijos que no quieren tener. Es la ley más verdaderamente fascistas que se pueda aprobar en estos momentos. No solamente han eliminado la Ley de Plazos, sino que incluso la ley anterior a la de plazos, que se basa en unos supuestos verdaderamente tontos y bobos que no tenían ningún sentido, quieren eliminar hasta esos supuestos. Quieren hacer una Ley del Aborto que es como en los años 60, cuando había riesgo de que muriera la madre, salía el ginecólogo o el cirujano y preguntaban: "Puede morir la madre o puede morir el feto, ¿usted que prefiere?". Eso es una vergüenza, es un atraso de cincuenta años es la canallada mayor que puede hacer un Gobierno. y se enlaza con todas las leyes que están elaborando en temas sociales. El otro día fue el Día de la Visibilidad de las Lesbianas, y hubo una diputada de la comisión de Igualdad del Congreso, una diputada del PSOE, que públicamente se declaró lesbiana. Tal como lo está haciendo actualmente este gobierno en temas sociales, yo me temo mucho que vuelva una especie de Ley de Vagos y Maleantes como hubo durante el franquismo. Actualmente Gallardón está acabando con todas las libertades en temas sociales en los sectores más problemáticos; más problemáticos porque no existe ni una mujer que quiera abortar. Ni una sola mujer. Ni por supuesto ningún hombre que quiera que su madre, hermana o mujer aborte. Cuando una persona decide tomar una decisión de ese tipo, se lo ha pensado mucho y, posiblemente, ha llorado mucho. Y que te venga gentuza como estos, además de no facilitarte ese mal trago, a penalizarlo, es simplemente fascismo. Eso es nazismo, no los escraches.

K.: ¿Apoyaríais una ley que legalizase la eutanasia?

E. C.: Evidentemente, y ahora hablo desde un punto de vista absolutamente personal, yo soy partidario de una ley de la eutanasia lo más amplia posible. Yo creo que posiblemente es la única decisión que está en manos de un ser humano. El ser humano no decide nacer, pero sí que debe poder decidir cuándo y cómo morir. Y la obligación de un Estado progresista es facilitar a la persona que quiera poner fin a su vida la posibilidad de hacerlo de la forma menos dramática y más sanitaria posible.

K.: Antes has nombrado los escraches. ¿Qué opináis sobre los escraches, los desahucios, la dación en pago y el alquiler social?

E. C.: Sobre el tema de los desahucios creo que también, aunque parezca un tema gravísimo, también es un tema fácil de solucionar. Los desahucios deben paralizarse inmediatamente y los jueces deben investigar qué tipo de desahucio es el que se va a hacer. Cuando sea una primera vivienda, cuando sea cualquier situación en que la gente quede desprotegida, inmediatamente parar el desahucio, y a continuación ver la posibilidad de un alquiler social. Pero inmediatamente hay que parar los desahucios. En cuanto a los escraches, me hace gracia cuando la derecha política y mediática ponen el grito en el cielo, aquí los escraches se están haciendo durante años a las clínicas donde se ejerce el derecho al aborto. Esas clínicas tenían constantemente en la puerta personas ultracristianas con pancartas donde intentaban avergonzar a las mujeres que entraban allí e intentaban presionar a los médicos y enfermeras. Esos escraches les parecían muy bien; que vayan a un diputado y que le digan que cambie su sentido de voto o que se dé cuenta de lo que supone su voto, eso les parece mal. Los escraches son, siempre que no exista violencia, entendida la violencia como violencia física, y no ha habido ningún caso al respecto, absolutamente legales y democráticos.
Con respecto a la dación en pago, y vuelvo a dar una opinión personal, es un paso que no me gusta. No me gusta porque te quedas sin la deuda, pero te quedas también sin casa. Hay que buscar el sistema de que ese banco que ha ganado tanto dinero con esa hipoteca, no se quede con la propiedad; que pase a ser un alquiler con una cantidad que esa familia pueda asumir y que esa cantidad se vaya restando de la hipoteca pendiente. Pero de la hipoteca pendiente no de la cantidad que los bancos han cobrado con los intereses, sino de una cantidad que los jueces consideren justa. La dación en pago, como primer paso, vale. Pero hay que llevar mucho cuidado con eso, porque no es la panacea, ni mucho menos.
Y en cuanto al alquiler social, evidentemente, ahí nosotros, la organización de Republicanos, somos partidarios de poner en el mercado todas las viviendas que están vacías. Pero no poner en el mercado para el libre mercado, sino poner en el mercado para todas las personas que las necesiten. Lo que no tiene sentido es que hayan millones de viviendas vacías y se esté desahuciando a la gente que no tiene dónde ir.

K.: Con respecto a la Memoria Histórica, ¿desde Republicanos qué pensáis?

E. C.: La Ley de Memoria Histórica es como la de dependencia, nació ya coja. Nosotros somos partidarios de que desde el Estado se obligue al descubrimiento de las fosas comunes. Desde el Gobierno se deben dar las leyes y las directrices para los juzgados obliguen al descubrimiento y desentierro de los cadáveres que existen todavía en muchas fosas comunes. No solamente eso. También se debe perseguir a los responsables, primero de aquellos actos, los que queden, los fascistas que queden todavía vivos; y segundo de una rehabilitación pública de todas las personas que fueron asesinadas y que durante setenta años no se pudieron descubrir sus cuerpos.

K.: Sin embargo, puede haber personas que os digan que eso forma parte del pasado y que ya se ha pasado página...

E. C.: Primero de todo que página la habrán pasado ellos. Nosotros estamos en contra de la Ley de Amnistía que hubo en los años 70 en la que se dejó totalmente al margen a todos los asesinos fascistas. Evidentemente son cosas del pasado, de hace setenta años. Pero, ¿cómo se puede pasar página mientras todavía hay personas que tienen a sus hermanos, a sus padres, a sus maridos, a sus mujeres o a sus abuelos metidos en cunetas debajo de carreteras nacionales, debajo de campos en los pueblos? ¿Cómo se puede pasar página con eso? ¿Cómo se puede pasar página cuando la alcaldesa de Valencia prohíbe hacer cada año, en una de las fosas comunes que hay en el cementerio general de Valencia, un homenaje a las víctimas, cuando ha plantado un monolito en medio de una fosa común en la que se está igualando a las víctimas y a los verdugos? ¿Cómo se puede pasar eso?

K.: A los que dicen que el sistema es inviable, ¿qué les contestaríais?

E. C.: Efectivamente, el sistema es inviable si se lleva la política económica que lleva la derecha. El sistema sanitario no tiene que salir de las cuotas de los trabajadores. Tiene que salir directamente de los Presupuestos Generales del Estado, igual que las pensiones de la Seguridad Social. A partir de ese momento, el sistema es absolutamente viable. Mejorable, por supuesto, pero viable. Tal vez lo que hay que ver es si es viable que los Presupuesto subvencionen determinadas actividades que no son beneficiosas para la sociedad, beneficiosas solamente para un sector muy concreto de la sociedad.

K.: Para terminar, ¿cómo ves el futuro de España a corto, medio y largo plazo?

E. C.: A corto plazo absolutamente fatal. La cifra de seis millones doscientos mil parados, y que además el Gobierno te diga que va a seguir tomando medidas, pero que no va a bajar el paro... a corto plazo nefasto. A medio plazo nosotros esperamos que la gente se dé cuenta de que se tiene que organizar y que se tiene que luchar para acabar con el Gobierno verdaderamente fascista. Y a largo plazo lo veo fenomenal. Veo la Tercera República implantada. Conseguiremos un país en el que todo el mundo tenga derechos y conseguiremos sobre todo eliminar a todos los sectores económicos que nos están oprimiendo.

5 comentarios:

Ana A dijo...

Muy optimista con el largo plazo, ya deberíamos empezar a echarlos.
Lo de Gallardón, recordar que era el típico del PP que "no parecía" del PP, ya se ha visto la casta a la que pertenece. A ver si aprendemos de una vez que el "que no parece" y está en el mismo grupo suele ser el peor.

Josito dijo...

Con todos mis respetos, el señor Cots no es nada objetivo, por decir algo suave: decir que la corrupción está localizada en el PP, y que el PSOE tiene "algún caso" es poco menos que un mal chiste.
¿ O ya no se acuerda, aparte del de los ERES, de los casos Campeón, Matsa, Comisiones del AVE, Filesa, Mercasevilla, Mercurio,GAL...etc, etc, etc ?

Human dijo...

Enhorabuena, Sam Kurtz por la entrevista. Felicitar también a Eduardo Cots por sus sabias palabras, aunque discrepemos en algunos puntos, menos de los que nos pensamos.
Un abrazo,

Rafa Pla

manueltolosana dijo...

Las leyes son convenientemente reformadas en función de los intereses de los corruptos. La impunidad de los delincuentes en el poder, de sus amigos, familiares y clientes queda garantizada. Ya veréis. http://www.elsenorgordo.com/2013/01/spainquien-sabe.html

Kurtz dijo...

Ana A: Gallardón era (y es) un lobo con piel de cordero.

Josito: La mayor parte de los casos que comentas ya han sido juzgados y condenados. Los otros afectan a miembros concretos del partido, pero no a todo el partido. Algo diferente a lo que ocurre en el PP con Gürtel y/o los papeles de Bárcenas, que afectan a gran parte de los miembros del partido en diferentes comunidades, a lo largo de décadas (recordemos, para empezar, que los tres últimos extesoreros del PP están imputados).

Rafa: Gracias por tus palabras.
Un abrazo.

Manueltolosana: Desgraciadamente, prácticamente es así.