lunes, 2 de abril de 2012

Timos preferentes de la banca

Una de las últimas estafas de los bancos se llama participaciones preferentes. Estamos acostumbrados a que los bancos roben y, quizá por eso, la estafa de las participaciones preferentes no está teniendo la repercusión que debería.
¿Qué son las participaciones preferentes? Son un producto que mejora los ratios de solvencia del emisor gracias a su capacidad para absorber las pérdidas. Pero tienen una serie de desventajas. Son perpetuas, no tienen vencimiento conocido. El banco dispone de tu dinero a perpetuidad, sin estar obligado a devolvértelo (se dan casos de personas que han intentado sacar su dinero y han descubierto que no pueden hacerlo hasta el año 10.000) En caso de graves problemas de solvencia, la empresa puede liquidarlas por debajo del precio de emisión. El pago de la remuneración está condicionado a que el emisor tenga beneficios. Este producto se lleva comercializando desde 1999, aunque alcanzó su apogeo recientemente, con la crisis, porque ofrecían rentabilidades más elevadas que las de los depósitos a plazo fijo.
Este producto era ofrecido a los clientes de los propios bancos, pocos de los cuales tienen los conocimientos suficientes como para saber lo que están firmando. A la gente sólo le interesa que su dinero genere rentabilidad. Si el banco le garantiza eso, sin aclararle correctamente los riesgos, la persona caerá en la trampa.
El Banco de España ha admitido que ha habido malas prácticas en este asunto por parte de los bancos. ¿Para qué sirve entonces el Banco de España? Parece que para nada.
La crisis y el propio sistema capitalista nos están demostrando una cosa: la autorregulación es un mito. Los mercados no pueden autorregularse; tampoco los bancos. Ambos están dirigidos por personas; personas que, para más inri, son codiciosas. Está crisis ha sido provocada por ladrones para enriquecer a ladrones. Las indemnizaciones millonarias a altos directivos, el rescate de los bancos con dinero público o el tema de las participaciones preferentes son estafas que lo demuestran.
Ya por último, una reivindicación, al hilo del tema bancario: la actividad de la banca privada debería ser prohibida. La única banca que debería existir en cualquier país es la banca pública.

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