Los bomberos tampoco están contentos con Camps

Los bomberos de la Comunidad Valenciana son el último colectivo ciudadano-profesional en sumar su descontento a la gestión del Gobierno de Camps. llevan ya tiempo reclamando dinero a la Generalitat, un dinero que les debe el Gobierno valenciano. Ahora plantean protestas, incluso en actos a los que acuda el presidente valenciano.
La gota que debería colmar el vaso es la revelación de que el último pago de las facturas de la visita del Papa a Valencia en 2006 (pago efectuado a una fundación que ya no existe, al menos, teóricamente) se realizó con dinero destinado a la lucha contra incendios. Pero esto sólo es una pequeña parte del menosprecio que la Generalitat destila contra el colectivo de los bomberos. Según denuncian los propios bomberos, falta vestuario adecuado para las intervenciones; falta plantilla para cubrir las necesidades de las zonas costeras, sobre todo en verano; y faltan vehículos para atender los siniestros en primera salida y forestales. Hay vehículos que no se han comprado y otros han sido devueltos debido a la mala gestión técnica.
En cuanto a cuestiones monetarias, la deuda al Consorcio de Bomberos de Valencia es de 24 millones, mientras que es de 8 millones en el caso de Alicante y Castellón. La Generalitat debe unos dos millones al Consorcio de Valencia correspondientes al año 2009 y este año están funcionando con el presupuesto prorrogado. Esto ha provocado que los trabajadores no hayan cobrado las nóminas regularizadas desde el 1 de enero, a pesar de lo cual se les ha aplicado la rebaja salarial del 5% aplicada a todos los funcionarios.
Parece que Camps va a tener muy difícil apagar este nuevo fuego, al menos, si sigue tratando de esta forma a los bomberos.