Hay quien alguna vez me ha tachado de demagogo. Más de uno pensará: "No me extraña, leyendo lo que escribes".
Pero yo me pregunto: "¿Es mala la demagogia?". La diferencia entre demagogia y realidad es muy difusa. Algunos llaman demagogia a la realidad y viceversa. Y pasa en todas partes.
El problema es cuando alguien trata de aprovecharse de esa demagogia. Y ese no es mi caso, porque escribir en este blog u opinar en un debate con mis amigos no me va a servir para medrar social o políticamente. Tampoco es algo que busque.
En cualquier caso, como he dicho, creo que la demagogia es mala cuando se utiliza para escalar. Y en ese caso, ya podríamos estar hablando de populismo, de explotar los sentimientos de la gente con el fin de alcanzar el poder. Y eso sí que es deplorable.
3 comentarios:
Parece que alguien te ha hecho un comentario sangrante, ¿ no?
En realidad, este post surge más bien de los últimos debates políticos que he tenido con amigos y algunos familiares. Y es que no se puede debatir con gente convencida de las bondades de la derecha.
Pues no, la verdad es que no.
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