Efectivamente, el caso Gürtel fue otro retrato (y van...) de la Justicia que tenemos en Valencia.
Y es que, si ya supimos en su día que los jueces del TSJV pactaron investigar sólo el asuntos de los trajes (sin relacionarlo con los contratos de Orange Market, por ejemplo), recientemente se ha sabido que el TSJV rechazó investigar una posible financiación ilegal del PP valenciano. La Brigada de Blanqueo elaboró un informe de 89 páginas titulado Orange Market. Sistema de facturación y financiación de los actos del PP de la Comunidad Valenciana. Llegó al TSJV el 31 de julio, pero fue ignorado y ocultado.
Se habla de que hasta seis constructoras habrían financiado actos del partido. Entre ellas, Lubasa o Sedesa, esta última fundada y dirigida por la familia de Juan Cotino. El método con el que funcionaba esta red de financiación paralela sería simple: las constructoras pagaban a Orange Market por servicios no prestados, mientras ésta organizaba los actos del partido. El círculo se cerraría en la Generalitat, que otorgó hasta 45 contratos por 8 millones de euros, la mayoría de ellos a dedo, a Orange Market.
Otra de las constructoras que estarían implicadas en dicha financiación ilegal es Tecnología de la Construcción (Teconsa) ha desmantelado su sede en Valencia y actualmente está en proceso concursal. Incluso podría abrir un ERE.
El TSJV lo que hizo fue quejarse por haber recibido el informe sin haberlo solicitado (¡Toma ya!) y lo han devuelto porque, según ellos, no guarda relación con el caso Gürtel (ya no saben qué decir para mentir).
La Generalitat, por su parte, no se queda atrás en la falta de transparencia. Paula Sánchez de León, consellera de Justicia, ha vetado parcialmente el expediente de la TDT donde se recoge la concesión de las trece licencias a José Luis Ulibarri, vinculado al caso Gürtel. En dicha concesión, actuó el despacho del recién dimitido Michavila como juez y parte del proceso.
Y ya para terminar, Camps recibía trajes, Rita recibía bolsos de Louis Vuitton, Jesús Sepúlveda un jaguar y le organizaron una Comunión, Luis Bárcenas un viaje a Sudáfrica, Martín Vasco una boda y una luna de miel, Alejandro Agag y Ana Aznar unos palcos VIP... ¿Qué podía recibir el recién dimitido Pedro García (aparte de trajes)? Pues para alguien que era tan amigo de El Bigotes (fue padrino de su segunda hija en su bautizo, sustituyendo a Francisco Correa, que ya estaba en la cárcel), hubo una fiesta de cumpleaños sorpresa en diciembre de 2007... en Marrakech. y allí estuvieron El Bigotes y Vicente Cotino, copropietario de Sedesa y sobrino de Juan Cotino.
miércoles, 23 de septiembre de 2009
Gürtel retrató la Justicia valenciana
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2 comentarios:
Y no se denuncian a los jueces del TSJV por no cumplir y ocultar denuncias y beneficiar al infractor?
Por supuesto que no. Para eso son amiguitos del "president".
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