En 1951, Robert Wise dirigió una película de ciencia ficción, hoy convertida en un clásico: Ultimátum a la Tierra (cuyo título original era The day the Earth stood still).
Como las mejores obras (cinematográficas o literarias) de ciencia ficción, detrás de su trama fantástica esconde un mensaje aplicable a nuestra realidad.
En Ultimátum a la Tierra, el mundo asiste impresionado al aterrizaje de una nave espacial en pleno Washington. De ella surge un extraterrestre, Klaatu, y un amenazante robot, Gort. El extraterrestre solicita hablar con todos los líderes mundiales para entregarles un mensaje, pero su petición es desantendida.
La película es, en realidad, un alegato pacifista en una época de Guerra Fría y carrera armamentística entre la Unión Soviética y Estados Unidos.
El año pasado se estrenó un remake de esta película, protagonizado por Keanu Reeves y Jennifer Connelly. Si bien la película es lo que es (un remake), tampoco es tan mala como cabría esperar, ya que la de Wise hay que reconocer que es algo ingenua para la época actual (algo que le pasa a muchas películas de ciencia ficción de la entonces). En este nuevo Ultimátum a la Tierra, el mensaje pacifista (que se deja entrever) ha sido sustituido por un mensaje más ecológico y de protección al planeta.
En cualquier caso, tanto la una como la otra son dos muestras de cine con mensaje global (aunque lógicamente, es recomendable ver la original antes que el remake).
domingo, 27 de septiembre de 2009
Ultimátum a la Tierra
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