martes, 22 de septiembre de 2009

El PP valenciano en "El Jueves": ¿Qué propició el giro?

Segunda parte del análisis del PP valenciano por parte de El Jueves:

¿QUÉ PASÓ ENTONCES PARA QUE SE PRODUJERA SEMEJANTE GIRO?
Anticatalanismo: Está demostrado que la gente se moviliza más cuanta más mala hostia le metes en el cuerpo. Si sabes dirigir esa mala onda hacia un enemigo común y te eriges como paladín que le planta cara, y de paso señalas a tu adversario político en el poder como complaciente, o cuanto menos tibio ante el agresor, medio trabajo está hecho.
El PP supo utilizar muy bien este argumentario usado tradicionalmente por el nacionalismo regionalista conservador de Unión Valenciana, aquejado de un enfermizo complejo de inferioridad hacia Cataluña que le hacía abominar de todas sus coincidencias, desbancando, con su apoyo, del poder a los sociatas.
Por otro lado estaban los grupos nacionalistas de izquierdas y una parte de la intelectualidad antifranquista, que, deslumbrados por la prosperidad de los vecinos del norte y apelando a la unidad de la lengua y a las coincidencias culturales e históricas, aspiraban a la fusión administrativa junto a las Baleares, para crear los Països Catalans.
Y así, los herederos ideológicos de la burguesía valenciana, enriquecidos durante el franquismo y que entonces no movieron un dedo por la defensa de la lengia materna (al contrario que la burguesía catalana), fueron sembrando entre la sociedad un mensaje muy simple, sabedores de que sería más efectivo que un discurso elaborado:
-Cataluña es una caca.
-Cataluña quiere comerse a Valencia.
-La izquierda ama a Cataluña.
-Conclusión: La izquierda es una caca.
El PP sabe que, para arañar electorado al PSOE, deberá trasladar la tensión a la calle, alimentando así la conocida como guerra de banderas, en la que se encontrarán, como cómplice involuntario, con el nacionalismo de izquierdas, deseoso de entrar a trapo en una estéril pelea por añadir o quitar un trozo de banda de color azul a la enseña con 4 barras rojas (cuatribarrada), heredada del antiguo Reino de Aragón, para representar a las tres provincias.
Por un lado están los que se ponen detrás de la bandera con la banda azul. Tradicionalmente defendida por Unión Valenciana, a la que se les unirá con fervor el Partido Popular, abogando por la denominación de Regne de València, y mantendrán con vehemencia la postura disparatada de que la valenciana es una lengua distinta de la catalana.
Y por el otro, los que ondean la cuatribarrada. Los nacionalistas de la izquierda catalanista consiguen arrastrar a la mayoría de la izquierda restante en la defensa de la enseña sin la banda azul, aludiendo a que ésta sólo representa a la ciudad de Valencia. Denominarán al territorio País Valenciano y negarán la existencia del valenciano como lengua propia.
En todo este lío, el PSOE intentará nadar y salvar la ropa sin tener una postura clara, encontrándose con el conflicto entre sus propias filas, ya que desde Madrid no veían con buenos ojos otra federación socialista contaminada con premisas nacionalistas.
Los socialistas usarán las dos banderas según el contexto. Para opinar sobre Cataluña, mirarán antes lo que se les dice desde Madrid, y utilizarán la denominación País Valenciano o el neutro Comunidad Valenciana indistintamente.

2 comentarios:

Irreverens dijo...

¡Joé! Así da gusto... Ahora empiezo a entender ciertas cosas.
:)

Kurtz dijo...

Pues no has leído nada aún.