Ayer decía Mariano Rajoy que España no es un país lleno de corruptos. Sin embargo, ayer también fue imputada oficialmente la infanta Cristina, hija del rey, en el caso Nóos. Tenemos banqueros, empresarios, políticos de uno y otro color, sindicalistas y miembros de la Casa Real implicados en diferentes casos de corrupción. Cada día sale un nuevo caso. Lo peor de todo es que estos casos ya están en la calle antes de que alguien se digne a investigarlos. No hay más que ver lugares que ahora están manchados por la corrupción como la Comunidad Valenciana, Andalucía, Madrid o Navarra. Otros casos han permanecido soterrados durante décadas, como el recién descubierto fraude de un grupo de empresas papeleras en torno a los sobres electorales, fraude que se llevaba cometiendo desde 1977.
Urge en España un cambio de sistema político. Necesitamos un sistema que sea más garantista, que sea capaz de controlar mejor las corruptelas de unos cuantos, y que sea realmente más justo, democrático e igualitario. Desgraciadamente, los políticos no nos lo van a dar, así que ya sabemos cuál es la alternativa que nos queda.
jueves, 4 de abril de 2013
España y corrupción
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