Otros diez inmigrantes han muerto en Canarias. Una noticia que se ha transformado en algo cotidiano, igual que los atentados sangrientos de Irak.
Pero el útimo caso es especialmente espeluznante en cuanto a cómo se produjo, ya que revela el nivel de desesperaciónde las personas que llevan a cabo estos "viajes".
La patera en la que viajaban tocó de repente tierra. Los inmigrantes de su interior creyeron haber llegado a la costa y saltaron de la embarcación... sin darse cuenta de que se encontraban a diez metros de la costa. La embarcación había tocado una roca y la profundidad que había alrededor era de unos dos metros y medio.
Imaginar lo que debieron de pensar esos inmigrantes mientras saltaban, creyendo que habían llegado a su destino, creyendo que habían cumplido su sueño de llegar a España... para chocar con el muro de la realidad que hace añicos cualquier sueño, aunque te devuelva a la realidad con la muerte.
No podemos limitarnos a cerrar nuestras fronteras y compadecernos. Hay que hacer algo más.
2 comentarios:
Las medidas represivas como única solución jamás dieron más fruto que la demora, la deseperación y el incremento.
Hay que ser más inteligentes que eso.
Sobre todo hay que ser más sensibles.
A la vista está que trae pocos resultados.
Supongo que pedir sensibilidad a los políticos (que son los verdaderos responsables de la situación) es como pedirle peras al olmo.
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