lunes, 10 de septiembre de 2007

James Bond era piloto de Formula 1 (o, al menos, ingeniero)

Lo que no sigan la Fórmula 1 no saben lo bueno de su decisión. Y es que, este deporte ya ha dejado de serlo (si alguna vez lo fue) para convertirse en un esperpéntico circo.
Ahora asistimos, fuera de las pistas, a un caso de espionaje de McLaren contra Ferrari que tiene de todo: mails sospechosos, espías (evidentemente), saboteadores (con un misterioso "polvo blanco"), cruces de acusaciones, traiciones y una prensa (la británica) empeñada en cargarse a los dos pilotos españoles de la escudería inglesa (la prensa española sólo se acuerda de Alonso si gana).
El jueves 13 será cuando la FIA tome una decisión en el caso del espionaje. La decisión puede ir desde excluir al equipo del mundial de constructores (lo que dejaría a Alonso libre de marcharse, que lo está deseando), hasta quitar los puntos a los pilotos (algo que veo tremendamente injusto).
El caso estalló cuando uno se descubrió que uno de los ingenieros de Ferrari había vendido información sobre los monoplazas de la escudería a McLaren. Las últimas pruebas son, según una publicación alemana y la propia FIA, una serie de mails entre De La Rosa y Alonso, algo que la prensa inglesa aprovechó para meter baza contra ellos (en especial contra Alonso, al que llamaban traidor).
Pero mientras Alonso ha hecho lo que debía (fuera o no él el que filtró los mails), Hamilton se ha dedicado a obstaculizar, a su propia escudería y a la investigación.
En fin, todo esto es propicio para un guión de una película de James Bond. O quizá, por lo ridículo de la situación, a una historieta de Mortadelo y Filemón.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El año pasado ya dejó de caerme bien Alonso cuando confirmó que se cambiaba de escudería por dinero. Y es que estas cosas del "dinero", no traen nada bueno.
¿Cuánto gana este chico, millones?. No es que me alegre de lo que le está pasando, simplemente es que no me interesa. Lo de Rita, si que es de risa ahora, eh¡.

Kurtz dijo...

Yo antes era un fiel seguidor de la Fórmula 1. Pero ahora, visto el espectáculo en que se ha transformado, ya ha dejado de interesarme. Dinero, intereses económicos y políticos (la gota que colmó el vaso fue el chantaje al que se nos sometió a los valencianos)...