Había una vez una Fundación financiada por la Generalitat valenciana y la entidad bancaria Bancaixa (o Bancaja, como se la conoce vergonzosamente en el resto de España). Esta Fundación se llama "Solidaritat i Voluntariat" ("Solidaridad y Voluntariado"). Es una entidad privada "sin ánimo de lucro" y se dedica a apoyar a las ONGs. Todo muy idílico, muy bonito...
Pero aquí es donde el cuento se jode. Comisiones Obreras ha denunciado a esta Fundación por "persecución ideológica". En julio, seis trabajadores fueron despedidos tras la primera elección sindical. En total, la Fundación acumula desde 2001, cuando se creó, un total de once despidos improcedentes. No sé porque esta situación me recordó a los documentales que de pequeño veía sobre la Transición, con esas reuniones sindicales clandestinas.
Según acusa Comisiones Obreras, la Generalitat está llevando a cabo una caza de brujas, una limpieza ideológica en las empresas, entidades y fundaciones que controla. Claro hay que ser muy cuidadoso con los rojos que quieren secar Valencia y fundirla con los catalanes.
Mucho crear fundaciones y entidades cuyo labor teórica está muy bien, pero en la práctica, la solidaridad brilla por su ausencia.
domingo, 9 de septiembre de 2007
Detrás del nombre
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