Ayer, viendo un informativo, exclamé: "qué diferencia con nuestros curas".
Y es que las comparaciones son odiosas, pero yo añadiría que también son inevitables.
En nuestro país, mientras duró la dictadura de Franco, la gran inmensa mayoría de curas calló. No dijeron nada. Unos pocos se atrevían a hacer críticas veladas en sus homilías, pero la gran mayoría no dijo ni mú. La Iglesia apoyaba al dictador. Ya con la llegada de la democracia, la primera vez que la Iglesia salió a la calle para protestar contra algo, fue contra el matrimonio gay y en defensa de la familia tradicional. También han protestado públicamente contra la Educación Para la Ciudadanía y han llamado a la objeción de conciencia contra esta asignatura.
No hace falta que diga que, exclamé "qué diferencia con nuestros curas" mientras veía las imágenes de unos monjes budistas encabezando una manifestación pacífica (que el ejército convirtió en lo contrario) en Myanmar (antigua Birmania) pidiendo democracia.
No soy muy partidario de que la religión se mezcle en temas políticos o de Estado, pero si es por una buena razón (pedir democracia) entonces está más que justificado.
Por otro lado, dejo una imagen para que no olvidemos que existe una profesión que tiene muchísimo riesgo en los días que corren: la de fotógrafo.
4 comentarios:
es cierto, tampoco a mí me gusta la mezcla de religión y política, pero, en casos como éste, creo que debemos felicitarles, porque los curas deberían estar siempre al lado del pueblo, y no cerca del poder. bicos.
El problema es ese, que hay muchos religiosos de ciertas religiones que no están al lado del pueblo.
Bicos.
El fotógrafo se llamaba Kenji Nagai, las autoridades han dicho que fue víctima de un disparo "que se desvió". A pesar de que están intentando filtrar toda la información saliente, acabamos enterándonos de todo lo que pasa gracias a estos profesionales, aunque lamentablemente en muchas ocasiones sean ellos los protagonistas.
Un saludo
Hoy en día es prácticamente imposible ocultar estas cosas y toda la información. Las mentiras acaban saliendo a la luz. Lástima que, para que salgan, algunos tengan que morir.
Un saludo.
Publicar un comentario